71

151 20 11
                                    

Narra ___~

No pude hacer nada mas excepto sonreir por las reacciones de Jun, no era de a diario cuando podías sorprenderlo con la guardia baja. Todo gracias a nuestro nuevo amigo, un amigo muy peludo.

El perro siempre estaba cerca de mí mientras yo lo miraba, Jun escondia su rostro casi todo el tiempo, lo que me molestaba un poco.

Ya había amanecido y abri mis ojos cuando la luz del sol llegó al auto, me di cuenta de que no estaba a mi lado, estaba detrás del volante mirando hacia afuera. Volteé hacia la ventana y ví al perro mirando a Jun, era como si estuvieran teniendo una pelea de miradas, oh Jun. Me moví al asiento del pasajero y me senté a su lado.

- Buenos días.- le dije y lo besé en la mejilla.

Jun se dió la vuelta y atrapó mis labios, mientras nos besabamos él tenía una radiante sonrisa en su rostro. Nos separamos cuando sentimos un ruido, el perro estaba parado en dos patas y estaba del lado de Jun en la ventana, mirándonos. Él suspiró frustrado, subió su ventanilla y yo solo los ví.

- Este perro comienza a molestarme.- dijo derepente.

- ¿Cómo dormiste?.- le pregunté, él sonrió.

- Bien.- Dijo a secas, su sonrisa me decia ''no te preocupes''; lo que significaba que no durmió muy bien.

- Claro, mírate. Tienes que dormir un poco. - le ordené. Jun sonrió y me abrazó. El perro ladró pero lo ignoró.

- Salgamos de aquí primero.

Miró hacia el perro y frunció el ceño, abrió la puerta y lo seguí hacia afuera. Él miró alrededor mientras yo salía del auto y me sentaba debajo de un árbol, lo miré romper la placa del auto y después sacó la comida y me la llevó. El perro apareció de la nada y se sentó a mi lado. Sonreí mientras acariciaba su cabeza. Jun nos miró y se acercó, ví un brillo en sus ojos lo cual significaba que estaba pensando en algo, como si hubiera querido patear al perro o matarlo. Me asusté, no sería tan cruel.

- ¿Me haces un favor? Ve hacia el supermercado y quédate ahí afuera mientras consigo otro auto, dame menos de 5 minutos y estaremos en la carretera para entonces.- me ordenó.

Me acompañó hacia el supermercado y me senté en una orilla de la pared y el perro se quedó conmigo, Jun lo miró como si dijera "Veamos si sirves de algo"

- Cuidate, pero... por si acaso...- con cuidado me dió una pistola y yo la tomé de mala gana.

Se alejó silenciosamente, como cuando llegamos. No quería volver a usar una pistola en mi vida... nunca más. Los recuerdos de aquella vez son los que más inundaban mi mente, la forma en la que aquel hombre cayó al suelo en un charco de su propia sangre; cerré mis ojos y traté de borrar esas emociones que sentí en mi pecho.

De repente, los dolorosos recuerdos del pasado volvieron hacia mí. No había tenido tiempo o la voluntad de pensar sobre mis seres queridos, mi familia y mis amigos. Mi estómago se tensó un poco cuando recordé a mi amigo más cercano, Jung Min. Mis ojos comenzaban a derramar lágrimas cuando sentí al perro recargar su cabeza en mi rodilla. Suspiré y sonreí débilmente.
El perro movió su cabeza y ahora me miraba a mí, le sonreí, de repente movió de nuevo su cabeza y ahora veía hacia la dirección donde Jun se había ido. Sus orejas se movieron de repente, estaba escuchando algo, traté de mirar más cerca, pero no sabía qué estaba pasando, el perro al parecer sabía más que yo.

Miré hacia la entrada de la tienda y ví a una familia saliendo de ella muy felices, enfrente iba una chica y su hermanito que tenía como 10 años. Los miré irse a lo lejos.

No me había dado cuenta pero, yo había perdido a mi familia, aún si nunca pasábamos tanto tiempo juntos, pero los momentos juntos son especiales. El perro no se movió y yo miré a lo lejos, un audi negro se acercaba a mí. Se detuvo y la puerta del pasajero se abrió frente a mí. Jun me hizo una seña y yo corrí hacia el auto, el perro corrió tambien y se sentó.

Amor ExtremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora