Vincent

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Eramos dos cuerpos helados,

muriendo,

desgastándose

como trozos de papel en llamas,

consumiéndose

hasta solo quedar en cenizas

que se esparcían

por aquella habitación vacía.

Eramos dos cuerpos solitarios

que intentaban darse calor

en mitad de aquel frío invierno.

Cada vez te sentía menos,

con aquellas manos entumecidas

era imposible sentir

tu tristeza.

Quizás me equivocaba,

quizás no eramos papeles en blanco

quedándose lentamente,

quizás yo solo era el fuego

que acabo consumiéndote,

solo la llama que acabó apagándote,

quizás... yo fui el culpable de que te marcharas.

Pero no te preocupes querida,

pronto yo también me iré,

porque si tu te lanzas al avismo

yo también lo haré,

si tu vuelas,

yo también volaré,

si te hundes,

yo también me hundiré...

y si te marchas

yo te seguiré

hasta donde quiera que vayas.

Siento no haberme dado cuenta antes

pero todo esto lo diré frente a ti

cuando volvamos a reunirnos.

Lo siento, cariño.

Yo te amaba

Lo siento.


SempiternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora