¿Alguna vez
has escuchado
el llanto de tu corazón?
¿Alguna vez
lo has sentido
sangrar?
Llueve,
el huracán acecha
las lágrimas no cesan.
Dolor,
placer,
escozor,
cicatrices nuevas
que aparecen sin parar,
agotando restos de piel blanca.
Cicatrices que hacen ameno
el sempinerno suspiro
anelante de tu alma vagabunda.
Cicatrices que rompen
tu cordura
que se desvanece en el lago
entre tus costillas.
Cicatrices que nadie ve,
que nadie siente.
Que tú no sientes.
¿Eres feliz,
al ver al lobo auyandole a tu luna,
robándotela?
¿Sufres
la condena de estar viviendo
este suspiro que es la vida?
¿Sonríes
a esa oscura luna
que desaparece cada mañana
olvidandose completo
de tu brillo desgastado?
Estrellas llegando a su fin,
supernovas,
eso somos,
el polvo de algo que voló una vez
y desapareció al instante.
Insignificantes hormigas,
comparadas
con el universo creciente,
que quieren creer que son los gigantes
reyes de este mundo
y del siguiente.
Asesinos humildes
que sonríen al cazador
y desprecian al árbol sin familia,
que perdió sus hojas
para convertirse en pasto
de un consumismo cegador.
¿Acaso,
es que acaso,
piensas que eres feliz?
Cierra los ojos,
ruiseñor,
y escucha los llantos
de tu corazón.
¿Eres feliz ahora?
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Sempiterno
PoetryEn un lugar del bosque, vuelan miles de cartas, cartas sin destinatario jamás leídas, cartas escritas por fantasmas cuyos demonios terminaron consumiendo hasta acabar dejando de existir...