Bucky:
Todo humano tiene sentimientos que no puede negar pero puede elegir demostrarlos y sentirlas, puede sentir la sed de venganza, dolor y tristeza, también felicidad y esas cosas... Pero hay otros sentimientos que se sienten pero no se pueden negar sentirlas pero si poseerlas.
Culpa.
Es lo que he sentido últimamente. Me niego rotundamente a aceptar que siento culpa, pero me siento mas culpable por no aceptar la culpa. Es algo confuso hasta para mi.
Sacudo la cabeza para alejar los pensamientos que me sumen en mi mismo.
-Greñitas, te vamos a poner un relajante que adormecera todo tu cuerpo y aremos la primera prueba del RR2.
-eso quiere decir que...? -Dije con pesar.
Esta última semana he estado de aquí a allá. Desde que sale el sol hasta muy noche. Tratan de ocultar que no lo hacen para que no me tope con la bruja, pero es obvio que si. Me encierran en una habitación que es aprueba de rruido y siempre hay dos personas tras la puerta cuidando. Mientras el cambio de la habitación al laboratorio del hombre de ojalata, por casualidad mi camino se cruza con la bruja. Una pequeña punzada en mi corazón y garganta me recuerdan lo que hice hace sólo una semana.
-greñitas-un chasquido frente a mis ojos me hace volver a la realidad- te me pierdes muy rápido. Como te decía sólo te aremos dormir y esa máquina - señala un artefacto que tenía una pequeña pantallas con muchos botones en el lado izquierdo y que de el salían tres cables-tratará de encontrar y hacernos ver tus recuerdos en esa pantallita.
Asiento, sólo pidiendo que esa cosa no explotara con todo y mi cerebro. El que se convierte en hombre verde -no tengo mucho conviviendo con ellos así que no me se mucho su nombres y de todos modos tenía cosas más importantes que hacer que aprenderme sus nombres- me empezó a poner los tres clables a los lados y atrás dé la cabeza.
-¿Y por que no lo hace la Bruja? -Pregunté con el sentido común de que era la primera prueba de la máquina y podría explotar.
-¡con lo último que paso, seguro!-dijo Stark con sarcasmo.
Puse los ojos en blanco.
Sólo esperaba que esto terminará rápido y claro, no terminar con mi cerebro en todos los rincones de esta habitación.-ahora acuestate - enciende una cámara que estaba a los pies de la cama y que cuando entre no me había fijado de su existencia- prueba número uno de la RR2: recuperador de recuerdos.-le hablo a la cámara.
Me inyectaron el relajante y me acosté, mi cuerpo sé empezó a relajar.
-Sólo promete que mi cerebro no va a explotar-mis ojos sé empezaron a cerrar.
-No prometo nada-sonrió, como.si fuera un científico loco.
Pues claro, para él yo era nada más una rata de laboratorio con la cual, en estos momentos, podía hacer y deshacer a su gana.
Narra Wanda:
Me recargue en la pared que estaba a lado de la puerta donde se encontraba el soldado. Tenía curiosidad por lo que pasaba pero no pensaba encontrarme cara a cara con él, aparte de que no se me tenía permitido estar cuando el esruviera.
Nat se puso a mi lado, suspirando.
-ojala que funcione. - trataba de parecer lo más neutral pero sentía su aura de desesperación.
-¿eran muy buenos amigos?-la miré.
-¿quienes? ¿El soldado con el cap?-también me miro.
-no, tu y el cap-mire al piso.
Desde que llegue siempre vi una gran cercanía entre ellos dos. Aveces los miraba a los dos a escondidas, cuando estábamos en reuniones o algo por el estilo siempre había miradas fugaces entre los dos y cuando estaban juntos, aveces había sonrisita tontas y roces de manos. Lo cual me hacia saber que ente ellos dos había algo más de compañeros de equipo tal vez eran buenos amigos o algo más, como pareja.
-he... No -miró a otro lado- ¿por que la pregunta? -su voz se convirtió en un iceberg.
Había notado algo raro los meses que había pasado aqui. Ella era muy fría y distante, coma la espía ejemplar, no relacionaba el trabajo con sus sentimientos y él, muy cálido y siempre te brindaba su apoyo, él por otro lado, siempre ponía primero sus principios y sentimientos en cuanto a las cosas que pasaban. Pero, supongo que en ellos dos quedaba bien la frase: "hasta la persona más fria, en las manos correctas se derrite", siempre que estaban juntos ella se volvía un poco dulce y el un poco egoísta. Pero nadie se daba cuenta de eso, creo que sólo los observadores se darían cuenta. Ahora que lo miraba así, ellos eran como el sol y la luna, uno cálido y otro frío, uno lastimaba la vista y el otro no resivia atención... Pero al juntarse creaban el espectáculo más hermoso: el eclipse.
-wanda-una mano se movió enfrente de mis ojos, sacudi la cabeza volviendo a la realidas-¿por que la pregunta?
-es que... Se veían muy unidos, eso es todo -le dediqué una media sonrisa.
Ella se abrazó y su cuerpo tembló levemente acompañado de un suspiro.
-¿te sientes bien?-la agarré del brazo y hombros.
Murmuró algo tan bajo que sólo logré escuchar "desde que él...", la miré frunciendo el ceño, abrí la boca pero la cerré, no debía meter mi narizota donde no me llamaban.
Aunque una sospecha empezaba a asomar en mi cabeza.