Capítulo I

99 10 0
                                    

"El gran adiós"

***

— ¡Jayden! ¡Deja de poner tus calzoncillos en mi maleta! — chillé al ver como los hacia bolita y los guardaba en los compartimientos vacíos.

Como si fuese de esperar; ignoró mis gritos y siguió acomodando su ropa interior en mi maleta floreada.

«¡Oh, Jayden! ¡Quisiera poder tomar tu pequeña cabeza vacía y aplastarla con mis propias manos!»

¡Vamos, Jayden! ¡Deja de hacer eso! — exclamé —. ¡Me estas jodiendo! ¡Ya basta, es asqueroso!.

— Si, si, lo que digas... Vas a ver que ahora que tengamos más libertad; vas amar ver ropa interior masculina — completó meneando las cejas pícaramente.

Antes de que pudiera decir algo para defenderme, la notebook de Jay timbro informando que tenía una llamada de Skype.

— ¿Quién es? — pregunté.

— ¡Oh, Oh! — empezó a brincar de emoción —. ¿Adivina quién es?.

— No lo sé puto sabio, es por eso que te pregunto — le saqué la lengua en una vaga muestra de inocencia.

— Es Aaron, pero supongo que Dereck debe de estar con él — dijo para después aceptar la llamada.

La pantalla se puso negra y después de dos segundos apareció el rostro pálido de Dereck Morgan y la tez bronceada de Aaron Hotchner, los mejores amigos de mi estúpido hermanastro.

— ¿Qué hay, Bro?. — dijeron al unísono.

— ¡Chicos! ¿Vieron las noticias que dio la fogosa de Ana? — preguntó Jay riendo.

— Obviamente, nunca nos perdemos su noticiero — rodé los ojos ante el comentario de Aaron.

— ¡Oh si! ¡Nunca nos perdemos su noticiero! — imité su irritante voz.

— ¡Vaya, Vaya! ¡Miren a quien tenemos aquí: nada más y nada menos que ______ Clawford, la chica problemática de la familia Clawford Evans — lo fulminé con la mirada.

— ¡Cállate, idiota, que tú no eres ningún santito! — lo confronté.

— ¡Demonios, Jayden! ¿Me das permiso de tirarme a tu hermanastra? ¡Se ve jodidamente sexy cuando está enfadada! — confesó Dereck mordiéndose el labio inferior.

— Tranquilo, hermano. ______ podrá ser mi hermanastra, podrá ser una babosa, idiota, orgullosa, mandona, ignorante, etcétera, etcétera, pero es de mi familia, repetala — finalizó.

— Déjame, puedo defenderme sola — lo reté —. Mira Dereck... ¡VE A METER TU PALO DE MINIATURA EN UNA PUTA DE VERDAD! ¡YO NO SOY NINGUNA CUALQUIERA PARA ACOSTARME CON EL TONTO AMIGO DE MI ESTÚPIDO HERMANASTRO! ¡HIJO DE...

No pude terminar de decir la sarta de groserías que tenía preparado para Dereck, porque Jayden me sostuvo de la cadera con la mano izquierda y me tapó la boca con la derecha.

— Si, si, creo que D ya entendió — me soltó y me señaló la cama violeta (claramente mi cama) —. Ve a sentarte por allá, tengo que hablar con ellos a solas.

Fraternidad Bangatan Boys ||BTS&TÚ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora