Fraternidad Bangatan Boys ||BTS&TÚ||

Capítulo II

"Una 1ra clase algo fuera de lo normal"

***

Jayden sacó su Samsung y comenzó a tomarse selfies con la lengua de fuera, guiñando un ojo, esbozando una sonrisa pervertida, poniendo cara de cachorrito y haciendo su singular mueca que lo hacía parecer pejelagarto a medio morir.

— ¿Qué haces? — pregunté al darme cuenta que toda la gente nos miraba.

— ¿No es obvio? — respondió señalando su móvil y el paisaje a su alrededor.

Decidí ignorarlo, hasta que oí su ruidoso teclado y como reía a carcajadas.

— ¡Cállate! — golpee su estómago haciendo que se quejará por lo bajo —. El aeropuerto no es lugar para hacer escándalos y mucho menos estupideces.

— ¡Uy! ¿Desde cuando eres la niña de 17 años que se comporta mejor que su hermanastro de 18? — dijo riendo.

— Desde que mi estúpido hermanastro se comporta como niñita millonaria que no deja de tomarse selfies y publicarlas en Twitter — respondí con aires de grandeza.

— Touche.

Permanecimos callados y sentados en el área de pasajeros, esperando a que la aerolínea informará nuestra hora de abordaje, la cual llegó al cabo de una hora.

— Pasajeros con destino a Seúl, Corea del Sur, favor de abordar el avión por las puertas del costado, recordándole llevar todas sus pertenencias consigo y que permanezca sentado a la hora del despegue — anunció la azafata —. Una vez más, aerolíneas platinum agradece su preferencia y les desea un buen viaje.

— Bien, llego nuestra hora — le susurré a Jay.

A pesar de que nos lleváramos de la patada; tomó mi mano y me animó para que subiéramos juntos al enorme avión que nos llevaría a nuestra nueva vida.

"Amor de hermanastros"

— ¿Sabes que?... EL echo de que tu papá y mi mamá no nos vinieran a despedir y prefirieran irse a su supuesto viaje de negocios, es demasiado para mi — dijo cuando ya estábamos sentados en nuestros respectivos asientos de primera clase.

— Creo que de verdad querían deshacerse urgentemente de nosotros — intenté sonreír, pero fracase.

Asintió un poco desanimado y recostó su cabeza en mi hombro.

Así eramos; aveces nos odiabamos, aveces nos amábamos, nos insultabamos y de vez en cuando nos tratábamos con cariño.

«Claramente eramos un par de locos»

— Pero de todos modos los extrañare — finalicé.

Me recosté en el cristal de la ventanilla y aproveché para disfruta por última vez el paisaje de mi ciudad natal.

Adiós, mi querida Nueva York.

Saqué mis auriculares, los conecté a mi iPhone, le di comenzar a mi playlist de canciones "Tristes" y I Took A Pill In Ibiza de Mike Posner comenzó a sonar.