*Narra Louis*
Me levanté de la cama. Miré mi móvil, eran las 10 de la mañana.
Le mandé un mensaje a Elena.
«Buenos días mi amor. Este mes ha sido el mejor de mi vida. Te amo. Hoy te voy a buscar a tu casa a las 8 de la tarde así que ponte guapa. Eres la mejor, nunca lo olvides.»
Bajé abajo cogí unos cereales y me preparé una taza de café. Me fui al salón a tomármelo. Me senté en el sofá para ver la tele mientras desayunaba.
De repente me vibró el móvil. Un mensaje de Elena.
«Un mes ya. Eres la persona más especial del mundo. El mejor. Me pondré lo más bonito para intentar igualar tu belleza aunque sea imposible. Te amo»
Me salió una sonrisa tonta.
-¿Y esa sonrisita de enamoradillo?-Se echó Zayn encima mío.
-Auuch. Hoy hago un mes con Elena y me ha mandado un mensaje muy bonito.-Dije tratando de respirar.
-¿A ver?-Dijo él cojiendo el móvil de la mesa.
-No Zayn. Vuelve aquí.-Le grité corriendo tras de él mientras que leía mi mensaje en alto con voz estúpida.
-Qué bonito es el amor...-Dijo él jugueteando con el móvil.
-Dámelo Zayn.-Le dije con cara de enfadado.
-Está bien...
-Pareces un niño pequeño.
-Tío, desde que estás con Elena no eres como antes. Antes siempre nos vacilabas tú a nosotros y ahora nosotros a ti y te enfadas enseguida.-Me dijo acercándose, dándome una palmada en el hombro y después marchándose hacia su habitación serio.
*Narra Zayn*
Después de decirle eso a Louis, subí a mi habitación y llamé a Anna para proponerla una cosa.
Conversación telefónica.
-Hola Anna.
-¿Zayn?
-Sí. ¿Por qué te extrañas?
-Nose... Porque nunca hemos hablado los dos juntos solos. Me ha parecido raro que me llamaras.
-La verdad es que sí. Deberíamos hablar más a menudo. Bueno, lo que te venía a decir. Había pensado en que podríamos hacer una barbacoa como la del primer día, pero cada mes.
-Me parece bien, pero... Iria vive en España. Ella no puede pagar tantos viajes al año.
-Por eso no te preocupes, lo pagamos nosotros.
-¿De verdad? Se lo tendré que decir. No sé si va a querer que le paguéis tantos viajes...
-Díselo.
-Y otra cosa... ¿Sabéis de alguien que pueda proporcionarla alojamiento? Es que voy a tener mudanza en casa.
-¿Te mudas de casa?
-No, pero mi hermana sí. Se va con mis abuelos a vivir.
-¿Tu hermana la que se perdió en el concierto?
-Esa misma.
-Vaya... No hay problema. La dejamos a Iria en nuestra casa. Nosotros encantados.
-Luego se lo digo. Muchas gracias Zayn. Un día tenemos que quedar los dos para recuperar lo no hablado.
-Por supuesto. Adiós.
-Adiós.
Fin conversación telefónica.
*Narra Anna*
Llamé a Iria. Por suerte estaba despierta.
Conversación telefónica.
La expliqué todo lo que me dijo Zayn.
-¿Están locos?-Dijo ella al saber que los chicos la pagarían los viajes y la dejarían dormir en su casa.
-Sí, lo están. ¿Qué dices? ¿Aceptas la oferta de Zayn o no?
-Claro, pero me resulta raro que me vayan a pagar los viajes y todo eso... Por cierto, ¿qué tal ayer con Liam?
-Genial. Insuperable. Es súper tierno.-La conté todo lo que hicimos juntos.
-Qué mono...
-Ya ves...Te tengo que dejar que le tengo que contar lo tuyo a Zayn.
-Vale. Adiós. Dile que gracias.
-Claro. Adiós.
Fin conversación telefónica.
Llamé ahora a Zayn y le dije que Iria aceptaba todo lo que me había dicho. Todos se pusieron muy contentos. Les pude oír porque tenían el altavoz puesto. Me despedí de ellos y colgué.
*Narra Louis*
Me preparé ya. Casi era la hora en la que había quedado con Elena. Cogí mis cosas, me despedí de los chicos que estaban en el salón jugando a juegos de mesa y me marché.
Llegué a su casa justo a tiempo. Llamé a la puerta y de inmediato salió una resplandeciente Elena, con un vestido precioso.
-Estás preciosa, como siempre.-La dije besando sus rosados labios.
-Tú más amor.-Ella me dio otro beso.
Nos montamos los dos en el coche y nos dirigimos hacia mi sorpresa.
La iba a llevar al final de una colina en mitad de un bosque pequeño en las afueras de la ciudad. Desde aquel lugar se veía un atardecer precioso.
Aparqué el coche y nos sentamos justo en el borde de la colina con los pies colgando. Ella me tendió un paquete cuadrado del tamaño de mi mano. Tenía un envoltorio de un rojo precioso. Lo abrí con cuidado. Era una caja. Levanté la tapa de la caja y me encontré con una sorpresa que hizo que se me formara la mayor de mis sonrisas.
Eran unos tirantes personalizados con pequeñas partes mías de los videodiarios que hicimos los chicos y yo en The X Factor. Algunas de esas cosas eran: No Jimmy Protested, Aww the light, Somebody needs help: Superman is here... Y muchos más. Sin olvidar figuritas de zanahorias y palomas asemejándose a Kevin.
-Me encanta. Es el mejor regalo que me han hecho. Muchísimas gracias. No era necesario.-Casi se me salta alguna lágrima de la emoción de recordar los momentos vividos en aquellas escaleras.
-Sí que hacía falta. Quiero que te des cuenta de que eres el mejor y que con esas cosas que vienen en esos tirantes has ayudado a mucha gente que estaba triste más de una vez. Incluida yo.
-Muchas gracias en serio. Tú también vas a tener tu sorpresa.-Me levanté con cuidado, la di un beso en los labios, me fui al coche y del maletero cogí un pequeño teclado. Tenía pensado en cantarla una canción.
-¿Qué haces con un teclado?
-Te voy a cantar una canción. Espero que te guste.
-Me voy a morir...-Dijo emocionada.
La canté la canción de The Man Who Can't Be Moved de The Script. Una de las mejores canciones de amor que hay.
Al terminar de cantársela, ella empezó a llorar de la emoción.
-No cambies nunca por favor-Dijo ella sollozando.
-Nunca.-La dije yo abrazándola con el anochecer de fondo sentados los dos solos en el borde de aquella colina mientras que las luces de la ciudad iban apareciendo poco a poco.
