Parte 3: El trato

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-¿Cuándo va a ser el día en que no te duela la rodilla Javier?- Un entrenador sudoroso me miraba con desaprobación.

Siempre usaba la misma excusa.

-Nose profesor.-Conteste y se largo. Cuando se marcho vi que Oriana se había sentado enfrente mío con su amigo, o novio...

-Hey Javier, hoy te hago companía.-Mire hacia el costado para saber quién me hablaba. Era Franco. Se sento al lado mío y lo ignore.

"¿Porqué Oriana y sus amigas iban de shorts? No hace tanto calor"

-Amigo si la seguís mirando así le vas a hacer un agujero.-Se río Franco.

-¿Qué?-Frunci el ceño y me gire a mirarlo.

Nose que me confundió mas, él que me llame "amigo" o él que halla dicho que le iba a hacer un "hollo".

-Te gusta Oriana, no te culpo porque esta bastante buena, te vi irte con ella en una fiesta.-Me miro sonriendo sin mostrar los dientes.

-No me gusta. No la conozco.

-¿Encerio? Que bueno porque a mí sí.

"¿Qué? Este pibe está loco"

Aunque la última vez que le hable estaba borracha y no salio muy bien.-Hizo un boca de pato de costado.

Me encogi de hombros. No quería hablar más.

-Es la mejor amiga de tu hermana. Tal vez me puedas hacer un favor.-Se puso de pie.

-¿Porque te haría un favor?

El se quedo en silencio.

-¿Y si te pago?-Ya se escuchaba enfadado.

"A él obviamente no le falta el dinero..."

Mi expresion cambio y la suya se convirtió en alegría.

-Quiero que te hagas su amigo.

Frunci el ceño por decima vez.

Es como si todo lo que me dijiese estuviese en otro idioma.

La gente bañada en plata normalmente parece hablar en otro idioma.

-Cuando hablen hablale de mi, pero bien, nose intenta que nos crucemos al menos.-Se encogio de hombros y sostuvo su cabeza con sus manos apoyando sus codos en sus rodillas.

-¿Me vas a pagar para hacer que ella se fije en vos?

-Exacto.-Sonrio al ver que comprendía.

-Franco todas las chicas quieren estar con vos, ella no debe ser la excepción. Además ya tuviste novias ¿Qué es lo que te cuesta de conseguirla a ella?

-Siento que le caigo mal. Siempre lee en la biblioteca a la misma hora que voy, pero aún así no nos hablamos. Como mucho hablamos una vez y no salió bien. Siempre que paso al lado de ella baja la mirada, es como si me tuviese miedo.-Contestó.

Sonreí.

-Si ella baja la mirada cuando pasas por al lado es porque le gustas pero tiene vergüenza.

-¿Vergüenza de qué? ¿No era que no la conocías?

"Ouch"

Me encogi de hombros de nuevo.

-Tal vez porque bailamos en la fiesta.-Se contesto a sí mismo.

Un mal sabor corrió por mi boca.

"Ella no iba a ser una santa para siempre"

Me encogi de hombros otra vez.

-Bien, gracias Javier. En cuanto vea que se fija en mi te pago.

Asentí.

Necesito dinero.

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