Ghost Stories

El Oráculo (1/4)

Y es pues, que me gusta iniciar los relatos así, de una manera poco sencilla, debido a que lo que me sucede está muy cerca de lo abstracto y complejo. Tampoco es necesario exagerar la situación, simplemente soy una adolescente de 19 años en camino a la adultez. Es de esperar entonces, que tardaré relatando este evento desafortunado en mi vida. Como por ende, también trataré de ser lo más clara posible.

Quiero detenerme, antes de iniciar, a reflexionar sobre el valor que tú le das a tu propia vida, el valor que le das a los que están a tu alrededor. El valor de la confianza y la honestidad. ¿Amistad? ¿Realmente eso existe? ¿Podrían dos o más personas convivir sin que se encuentren intereses ocultos por debajo?

Ni la confianza ni la amistad existe, ya vemos el caso de Judas traicionando a Jesús. ¿No dijo Edgar Allan Poe que el demonio del mal es uno de los instintos primeros del corazón humano? ¿Acaso no dijo Goethe, "la maldad no necesita razones, le basta con un pretexto"?

Mientras haya hombres habrá guerras, dijo Einstein...

Son tantas incógnitas que muchos han abordado a lo largo del tiempo, sin embargo, no se ha llegado a un consenso único e igualitario. Todos poseemos distintas cosmovisiones. Pero ya no nos detengamos en este pequeño bucle, es tiempo de regresar a la razón por la cual estás tú hoy aquí.

Utilizaré el nombre de la diosa de la guerra, la justicia y de la sabiduría para ocultar mi verdadera identidad; así que tomo el nombre de Atenea para guiar mi experiencia. Entonces, sin más dilaciones, demos por concretado, el génesis de aquel viernes 04 de marzo. El día en que deseaba que no llegase la noche.

***

―Sabes que no tienes el permiso de tu padre para ir.
―Lo sé ―dije con una expresión claramente de desagrado―, pero también dijo que queda todo bajo mi responsabilidad.

Mi amada madre no dijo algo más, simplemente se dedicó a continuar partiendo en diminutos pedacitos aquellos tomates. Seguramente le preparaba el desayuno a mi hermana.

Por mi parte, yo poca hambre hallaba en aquel momento, como las igualitarias mañanas de mi aburrida existencia; sin embargo, era necesario que probara bocado, puesto que me esperaba un día largo y quién sabe si querría comer después. Así que terminé de ingerir el cereal restante que flotaba en el tazón.

Luego me levanté y eché el séptimo vistazo que le lanzaba a mi mochila; se supone pues, que me quedaría a dormir en una cabaña con una amiga, Lilith; espectro de la noche, demonio que selecciona sus víctimas entre hombres dormidos, a los que seduce. Es la serpiente del mal. La viva imagen del engaño.

La muchacha, quien tan solo hace unas horas, más específicamente a las 11:46 p.m., se dedicaba a informarme que no podría quedarme con ella, puesto que se quedaría a dormitar con un mundano hombre, al que ya ni memoria de su desgraciado nombre recuerdo.

¿Me he dado a entender ya? Lilith me había prometido con anterioridad, hace ya tantos días, que podría pasar 2 noches de muerte a su lado. Pero antes de que el gallo entonara su desafinado canto, ella ya me había botado, una noche antes del evento; y, dejándome a mi suerte, supe que estaría envuelta en una serie de problemas que podrían costarme hasta la vida misma.

He de explicar ahora pues, al lugar donde iremos. El centro de la desgracia, la cúspide de los problemas y el nacimiento de las tristezas. Un lugar, que se encontraba a kilómetros de mi hogar. Pero así como para mí fue una odisea, para otros cientos miles de personas fue el reino mismo de la alegría, reino del éxtasis y viajes astrales.

Me refiero en sí, a un festival que se festeja cada año, donde reúnen a reconocidísimos músicos y artistas, dedicados en 100 por 100 a llegar a las almas de individuos, para dejar algo en sus corazones; y para que se conviertan en fieles seguidores de la tan amada música que crean con hechicería. El llamado, aclamado, ansiado y anhelado "Portal de la Tercera Dimensión"