8.You're not my type.

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Era viernes, último día de la semana y también 31 de octubre. Si, ese día era Halloween, y el clima no podía estar más de acuerdo, ya que a esta fecha se le unía una tormenta con relámpagos, pero nada lo suficientemente grave como para faltar a clases, o al menos eso había dicho el director; pero para darle un toque de diversión al día, todos los alumnos habían acordado ir disfrazados, no importaba de que, pues era el caso de Maya, que parecía una presentadora de un circo elegante, Farkle que traía un casco y una especie de armadura en su torso, Lucas que parecía un vaquero muy colorido y brillante o Riley quien traía una vestimenta algo rara, nada concordaba, parecía una especia de vikingo con una pluma en la cabeza.

Sólo faltaba una hora más para que pudieran irse a sus casas, sólo deportes y el día en la escuela acababa.

Estaban jugando baseball y Lucas simplemente no podía quitar su mirada de Maya y esos shorts cortos que dejaban a la vista unas bien formadas piernas cubiertas por unas medias de red, y la rubia era consciente de esto, lo cual la ponía bastante nerviosa; sólo esperaba que los demás no lo notarán, pero eso sería pedir mucho. No había podido lanzar bien la pelota en sus últimos intentos y eso la frustraba, deseaba con todas sus fuerzas voltear hacia Lucas y gritarle que la dejara de ver, pero tenía que contenerse.
Estaba apunto de lanzar de nuevo la pelota hacia Farkle que la miraba temeroso, trato de concentrarse lo más que pudo y justo cuando iba a lanzarla, algo la detuvo... O más bien alguien.

—¡Tiempo fuera!—Lucas se acerco a Maya—Bueno, se acabo, Maya.
—¿Qué?— dijo la rubia confundida después de que el chico parara el juego.
—Te estoy sacando.—Le dijo como si nada y Maya sintió como le brincaba el corazón, parpadeo rápido para después volver a su compostura.
—No eres mi tipo.—dijo ella y Lucas por un momento quiso reírse pero se limitó a alzar una ceja y se dio cuenta del error que había cometido al decirle eso.
—Te estoy sacando del juego.—explicó y ahora la confusión y la irritación se combinaban en la cara de Maya.
—¡¿Qué?!—Lucas aveces si que sacaba de casillas a Maya.—¿Qué crees que estás haciendo?

—No has marcado ni un strike—trato de excusarse.—Siento que Farkle está en tu cabeza, chica.

Maya respiro hondo y quiso golpear al chico porque ahora lo culpaba a él de  eso.

—Es que él solo hace "WAG"—trato de excusarse haciendo  como si tuviera un palo en sus manos y lo alzara de forma exagerada.— Y "MUAG"—Hizo otra pose algo extraña y Lucas rió.
—Sé como lanzarle, Maya. Sé qué hacer, toma mi lugar.

Maya suspiro y con una mueca en su cara, le dio la pelota a Lucas.

**

Después de que Farkle perdiera el miedo hacia la pelota, gracias a que Lucas lo golpeo con esta, había bateado bastante bien, no perfecto pero algo era algo.

La clase había acabado y después de haberse puesto de acuerdo con que Riley se quedará en la casa de Maya, la rubia fue a los sanitarios de la escuela a lavarse la cara y así poder irse a su casa a esperar a que Riley llegara, pero su plan no se pudo completar ya que justo cuando abría la puerta para salir de los sanitarios, alguien entro bruscamente obstruyendo su vista, acorralándola después contra los lavabos impidiendo cualquier intento de escapar, aunque luego de ver de quien se trataba, los deseos de Maya sobre huir, se habían esfumado y dejando en su lugar una sonrisa con una mirada desafiante.

—¿Se te ofrece algo, vaquero?—preguntó la rubia con burla, aunque una parte de ella creía saber que era lo que se le ofrecía.
—No.—contestó con simpleza—Nada en especial, rubia.

—¿Entonces...?
—Oh bueno, sucede que todo el día te has paseado delante de mi, con esos excesivamente cortos shorts... Y déjame decirte que me encanta como lucen en ti.

Maya adoptó un color carmín en sus mejillas y Lucas quiso reírse, pero sabia que si lo hacia, probablemente la rubia terminara golpeándolo. 

Desde hace poco que Lucas y Maya no dudaban en reconocer la atracción que sentían el uno por el otro, y aunque Maya sabía que estaba mal, quería por una vez en su vida ser egoísta. Ser egoísta y vivir el momento. Pero luego recordaba a su mejor amiga y su mirada llena de esperanza en Lucas y no podía evitar sentirse la peor persona del mundo.

La rubia sacudió levemente su cabeza despejando cualquier pensamiento de su mente y volvió a sonreír.

—Oh Huckleberry, Huckleberry.—dijo negando con la cabeza para después agarrar al chico de la camisa y acercarlo a su cara—¿Quieres que te vuelva a repetir que NO eres MI tipo?—dijo remarcando las palabras.
Lucas se acerco aun más y en una voz algo ronca dijo—¿Quieres apostar?

Ambos se miraron fijamente a los ojos, yéndose cualquier señal de diversión con su juego. Maya se mordió el labio interior para no perder la cordura sin saber el efecto que ese pequeño gesto causaba en el castaño claro.

—Tú y yo sabemos que perderías esa apuesta, vaquero.

El muchacho bajo su vista a los labios de ella por un segundo y cortó otro milímetro de distancia entre ellos haciendo que sus labios se tocasen casi completamente pero sin formular un beso y antes de que alguien diera el siguiente paso, Lucas cambio su dirección yendo hacia el oído de la rubia.

—Oh, linda. TÚ Y YO, sabemos que soy exactamente tu tipo.

Maya trago saliva por la forma en la que le había hablado, pero no dejo que él lo notara y lo empujo un poco, lo suficiente como para que ya no hubiera contacto entre ellos, pero no lo suficiente lejos.

—Sigue soñando.—Y sin más, la chica salió de ahí dejando a un divertido Lucas, quien esperaba algún día poder tener algo de la rubia más allá de los retos y provocaciones que ambos compartían.


|One Shots|•Lucaya•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora