12. Fool for you.

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Este amor está contaminado

Te necesito y odio eso

El gran día había llegado y nada era como Maya tanto lo había imaginado. Se miró al espejo  dándose por vencida, esas ojeras no se tapaban con nada. Soltó un suspiro y fijó su mirada en la foto que yacía en la esquina del tocador, en ella aparecían Maya y él en casa de Riley después de su primera cita. Maya se quedaría a dormir con Riley por lo que Lucas la había acompañado hasta la puerta del departamento de la castaña, estaban despidiéndose, ese momento de la cita, el final, en donde se quedan viendo perdiéndose en la mirada del otro sabiendo que es lo que pasará a continuación, sólo alargando la espera y... CLICK, Riley tenía su foto, la cuál le regaló a la rubia tiempo después.

Maya puso los ojos en blanco apartando la mirada de aquella foto evitando que la primer lagrima saliera. Extrañaba a Lucas como nunca, lo quería con ella, esconderse en sus brazos y sentir que todo estaba bien... sin importa lo que hubiese pasado, olvidarse de todo.

Lucas acomodaba su corbata, o al menos eso intentaba, pero algo no dejaba a su mente tranquila. Hacía meses que no miraba a Maya y eso lo volvía  totalmente loco, pero después de dos semanas insistiendo en verla, se rindió y decidió darle su espacio, el segundo error más grande que pudo hacer. La había cagado como nunca y no podía hacer nada para cambiarlo. Lo único que pedía era poder ver a esa pequeña rubia y hoy lo haría.

Estás atrapada en un sueño
en una escena de una película

De una manera sabes lo que quiero decir

Cuando los dardos fallan
simplemente no puedo resistirlo

Maya, cariño, es hora.—Katy sacó a la rubia de sus pensamientos.—¿Te encuentras bien, bebé?—La preocupación dio paso en la voz de la rubia mayor.

—Si, mamá.—dijo intentando sonreír.

—Sabes que aún le puedo decir a Shawn que le diga que no asista.

—No, no es necesario, mamá.—Trató de tranquilizar a la rubia mayor.—Es su gran día y se que Shawn quiere que el este ahí y hoy solo importan ustedes dos.—Sonrió esta vez con más ganas.—Además, algún día tengo que enfrentarlo.

—Esa es mi chica.—dijo Katy sonriendo orgullosa.

Las rubias se fundieron en un abrazo y salieron de la casa para encontrarse con el carro que las llevaría directo a la iglesia.

Porque soy un tonto por ti

y por las cosas que haces

La marcha nupcial comenzó a oírse por toda la iglesia haciendo que toda la atención se centrara en las dos rubias que entraban por la puerta abriéndose paso por en medio de los presentes. Katy lucía radiante, sus ojos desprendían un brillo único y su sonrisa tan genuina transmitía lo feliz y emocionada que estaba y eso era algo que todos podían notar. Todos excepto uno que no podía quitarle la mirada de encima a la rubia menor, pues a su parecer era la que mas brillaba. Toda la atención de Lucas estaba en ella, en su sonrisa tímida y emocionada, en sus pasos nerviosos pero seguros, en lo tierna que se miraba con esa ilusión que transmitían sus facciones, en como con una mano sostenía la de su madre y con la otra arrugaba su vestido ansiosa. Se preguntaba si a caso era el único que se percataba de ello, si a caso era el único  que conocía a Maya a tal grado de saber el por qué de sus gestos y de sus acciones.

Maya sabía que el la miraba, podía sentirlo mirándola como muchas veces ya lo había hecho, pero esta vez algo era diferente y solo podía pensar en como podían cambiar las cosas de tal manera, de la noche a la mañana, de un momento a otro. Había pasado tanto desde la ultima vez que lo vio, o al menos eso sentía ella. Quería verlo, necesitaba verlo. Y de pronto, pasó, sus miradas se encontraron y Maya se sintió desfallecer. Ahí estaba, después de tanto tiempo ahí estaba él.

|One Shots|•Lucaya•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora