Segundo Día

217 9 3
                                    


Había sido un día de locos, la verdad. Había llegado tarde a mi primera clase de microbiología, pero por otra parte había podido asistir a mi primer campo clínico, no como doctora aún, pero me habían dado la posibilidad de participar y asistir al doctor.

Había recibido muchas felicitaciones de parte de algunos doctores que nos hicieron clases, los cuales al finalizarlas se acercaban a mí y me decían que estaban felices de tener a una alumna tan aventajada como yo. Qué vergüenza, en serio.

Lo único realmente bueno además de las felicitaciones es que había conocido a una chica en la med que me había caído muy bien, ambas habíamos llegado tarde a la clase y nos sentamos juntas avergonzadas.

- Que mierda de horario, detesto correr a todas partes – susurró

- Aish, yo igual... una no puede ni quedarse conversando 5 minutos con alguien por que el horario es tan ajustado que llegas tarde a todos lados- dije

- ¿Señoritas, llegan tarde y aun así osan interrumpir la clase? – nos regañó la profesora encargada de la materia

- lo siento – dijimos al unísono

La chica muy amablemente me dio una sonrisa y se acercó a mí, hablando en voz baja – Aurora, mucho gusto- dijo ofreciéndome su mano

-Amelia – Dije devolviéndole el saludo y la sonrisa.

Con el pasar de las horas de clases, me di cuenta que aurora era muy parecida a mí, ambas amábamos estudiar y estábamos ahí porque lo habíamos soñado desde que éramos pequeñas, además habíamos sacrificado tanto por estar donde estábamos. Ambas estábamos solteras y totalmente solas en NY, ella era de Chicago y toda su familia se encontraba allá.

Las clases terminaron y luego de despedirme de Aurora, me dirigí cansada a mi departamento en el centro de la ciudad.

Al llegar a mi departamento, estaba agotadísima, pero trataba de pensar positivo. Estaba sola y en completo silencio, nadie me molestaría por que hace un par de años, me encontraba viviendo sola en un departamento en el centro de NY. Mi familia era de Dallas por lo que nos veíamos sólo para las fiestas y ocasiones especiales.

Lo primero que hice fue liberarme de los zapatos, que volaron por la habitación. Las llaves quedaron en la mesita a la entrada del departamento y muy rápidamente llegué a mi habitación para ponerme el pijama y poder al fin descansar de mi primer día de clases, que claramente fue más que agotador.

Estaba por quedarme dormida, cuando de la nada mi teléfono sonó, era un mensaje.

Aurora

22:00

Lamento molestarte a esta hora, pero no iré mañana, me siento un poco mal. Me apena dejarte sola. Perdóname

Perfecto, el primer día en el que me siento acompañada, que de verdad sentía que había hecho una amiga, y se enfermaba. Pero bueno, como siempre me había dicho "así como nací sola, voy a andar sola por la vida y moriré sola".

En fin, se hace tarde, buenas noches.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

A la mañana siguiente, llegué temprano a la Medschool, necesitaba un café con urgencia. Entré a la cafetería y compré mi clásico de toda la vida, un delicioso, espumante y caliente mokaccino. Me senté en un sofá de la cafetería y saqué mi cuaderno para repasar un momento la materia, mientras iba degustando mi delicioso café, sintiendo su aroma. Cerré los ojos para concentrarme y cuando los abrí vi a Chris afuera de la cafetería caminando hacia el pasto de la Med.

Romance ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora