Aún me tenía acorralada contra la pared, cuando sentí sus manos subir por mis muslos.-Me encantas, no te detengas - dije sorprendiéndome a mí misma por ser tan descarada.
Yo no era así, pero nada importaba en ese instante, porque llevaba deseando esto desde hace un tiempo, sólo que no me atrevía a reconocerlo; y además me encantaba las sensaciones que despertaban en mí su cercanía.
Ante mi descarada orden, mi profesor obedeció sin pensarlo, e introdujo sus dedos en mí, comprobando al instante lo lubricada que estaba por él. Gemí complacida, y al parecer mi gemido lo excitó enormemente, porque en un ágil movimiento tomo mis piernas para ponerlas alrededor de su cintura; se desabrochó los pantalones, y rompió de un tirón mis bragas. Acercó su erección a mi centro, y cuando estaba apunto de penetrarme, abrí los ojos bruscamente y me di cuenta que había sido sólo un sueño. Miré confusa a mi alrededor en un intento de recomponerme de aquel sueño. La luz del sol se colaba por las cortinas de mi habitación, por la cantidad de luz que entraba era fácil suponer que era mediodía y que había dormido al menos unas 12 horas. ¿que había sido ese sueño? ¿que estaba pasando dentro de mi cabeza? Con tan sólo un beso el doctor Downey logró invertir mi mundo en 180° al punto de hacerme tener esta clase de sueños.
Me levanté y abrí las cortinas, el mundo ya se encontraba en completo movimiento, mientras que detrás mío sonaba muy despacio mi teléfono.
- ¿Hola? - dije bostezando.
- ¿Ame? ¿Dónde estás? No nos juntaremos hoy con Chris a almorzar? - desde el otro lado de la línea reconocí la voz de Aurora - ¿Ame estas ahí?
- Si si, perdón- volví a bostezar-, es que tuve un pequeño percance y creo que dormí más de la cuenta, pero no te preocupes - dije antes de que me interrumpiera para burlarse - llegaré ahí a las 2, justo a la hora de comida.
- Okay, te esperamos donde siempre - me respondió.
- Nos vemos - respondí y colgué el teléfono.
Mi mente no paraba de pensar en todo lo que había sucedido ayer, el día de locos que había tenido, principalmente por la confesión que horas antes había salido de mi boca en frente de mi profesor. ¿Cómo había sido tan estúpida de no ponerme un filtro antes de decir eso? ¿Qué estaría pensando mi profesor de mi ahora?, era una falta de ética completa, así como también una falta al reglamento de la Medschool que prohibía la relación entre alumno-profesor.
Con ese tipo de pensamientos, me metí a la ducha y me bañé rápidamente, después de todo, ya estaba lo suficientemente atrasada, no podía hacer esperar aún más a mis amigos
Era día sábado y las calles se encontraban repletas de turistas y compradores, que a esa hora se paseaban por New york en busca de un lugar para comer y descansar para poder continuar por la tarde sus compras. Seguí avanzando entre la multitud, mientras mi mente divagaba pensando que estaría haciendo el doctor Downey.
No me di cuenta cuánto rato pasó, porque en un dos por tres me encontraba fuera del Victor's Café donde sabía que mis amigos estarían esperándome, eran las 14:10 hrs.
- Hasta que al fin llegas, bella durmiente - dijo en tono de burla Chris, levantándose de su silla para correrme la mía muy caballerosamente.
- Muy gracioso Chris, soy ser humano, es obvio que estaré cansada Post- party - respondí mientras me sentaba.
- ¡Ay! no le hagas caso, yo te entiendo amiga- dijo Aurora mientras me guiñaba un ojo.
- Eh sí - le dije, y la saludé con un beso en la mejilla.
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Romance Prohibido
FanfictionRomance Prohibido - Cuando lo prohibido despierta el deseo Sinopsis: Amelia es una joven de 22 años con muchos sueños e inquietudes, era su primer año en la universidad y un mundo nuevo y desconocido la esperaba. Todo transcurriría bien hasta que...