Capítulo 2

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CAPÍTULO 2

Al llegar mi boca cae al suelo, hay tanta gente que no se puede ni pasar.

-Dime que me vas a llevar a caballito...- Toco el hombro de Claudia con mi cara de angelito.

-Si hombre, esperate sentada.- Me responde y yo me río.

-¡¡¿EN DONDE?!! ¡Si ni si quiera las terrazas tienen sillas o mesas!- Reímos más alto.

-Venga, vamos a la tienda Bershka, que al fin y al cabo es la única que a ti te gusta- Doy saltitos hasta que apenas puedo pasar por la gente.

-Perdone...- Espero a que el chico enorme me deje paso- Perdone, me podría- Su risa de cochino me interrumpe- ¡QUE TE MUEVAS MATADO DE MIERDA!- Lo empujo para un lado escuchando a mi amiga reirse como nadie.

-Que animal nos ha salido la niñita- Se sujeta a mi brazo para no perderse.

-No, animal no, pero que no se movia ni a palos. Que si quiere reirse que se ponga a un lado y no en medio de la acera- Me quejo con una risa al final.

Un sentimiento de culpabilidad me inunda aunque no puedo resistirme asi que le grito un "Perdón, pero no fue mi intensión ofenderte, lo juro" y mi amiga se ría aún mas si es posible.

-¡Me acabas de recordar aquella vez que Jeanine, la de la universidad, estaba hablando de lo supuestamente puta que eras y justamente estabas tu delante de ella!- Los recuerdos de la juventud me inundan- Le diste tal puñetazo que al rato te sentiste culpable de haberle dejado un enorme moreton y le pediste perdón.

-Si, y añade que casi me expulsan y me pone una denuncia- Niego con una sonrisa.

Al entrar en la tienda me enamoré de todo lo que había, absolutamente todo.

Asi que me probé una falda tuvo de color negro que me llegaba desde el ombligo a mitad del muslo...junto con un top entrelazado en X en el pecho rodeandome el cuello del mismo color que la falda.

-Son 10'45€ señorita- Saco mi tarjeta de crédito y se la entrego a la chica que me atendió en la caja- Gracias por su compra, que tenga un feliz día.

-Igualmente- Le sonrió mientras cojo mi bolsa feliz y espero a Claudia que a los 10 minutos sale con 2 bolsas llenas.

-Envidiame Bitch- Se coloca sus gafas de sol y pasa por enfrente mía contorneandose.

-Apuesto que la mayoria son camisas.- Le grito intentando alcanzarla.

-¡ENVIDIOSA!- Me repondió para después ver como entraba a una tienda llamada <<Summer in the night>>.

Niego con la cabeza mientras paso al lado de una anciana.

-Perdone mi niña- Su voz temblorosa me enternece.- Sabe donde queda el banco? Es que necesito sacar el dinero que mi hija me dió.

-Claro, ¿Quiere que la acompañe?- Le pregunto sonriendole.

La anciana dudó y no me extraña, la gente de hoy en día le roba a los más inocentes.

-Si no es molestia...- Río por lo bajo asintiendo.

-Venga conmigo, no está muy lejos.

Me coloco al lado de la anciana para después caminar algo lejos de la multitud y entrando al banco que queda girando la esquina.

Por suerte lo encontré sin saber en donde estaba, me daba pena dejar a la anciana tirada.

-Aquí es- La dejo pasar.

-¡Ai! Muchas gracias hija mia- Me sonríe como puede.

-De nada, suerte.- Me despido de ella para alcanzar a mi amiga.

Veo como le da la cartilla a la mujer que está sentada dentro y me alegro de que esté en buenas manos.

Vuelvo a la avenida y entro en la tienda que Claudia entró.

-¿Donde te has metido?- La cara de estreñida de mi amiga daba risa.

-Tuve que ayudar a una anciana que tenía que ir al banco. Me daba pena- Me dirijo a un maniquie que lleva de muestra un vestido ajustado hasta debajo del pecho y tiene una caída sin vuelos hasta los tobillos.

-Tu siempre tan angelical- Ríe.

-Apuesto a que tu hubieras hecho lo mismo.- La miro por unos segundos seriamente.

-Obvio que si.- Me esquiva la mirada.

Después de varias compras, fuímos a una cafeteria/pastelería para tomar un café junto a un cupcake.

-Voy a pedir, tu que quieres?- Me pregunta dejando las bolsas a un lado de la mesa en la cuál me senté.

-Un capuchino con extra de azucar y un cupcake de chocolate negro.- Su cara es de asco al decirle mi pedido.

-¿Te vas a comer todo eso? Si después tienes una subida de azucar no me digas nada- Se va al mostrador en donde pide la comida y la bebida.

Saco mi móvil para ver algúnos mensajer de Alex preguntando en donde estamos

<< -Estamos en una cafetería >>

< -¿Y no invitan? >

<< -¿Para qué? ¿Para que babees toda la comida mirando culos caribeños? >>

< - Que graciosa .l. ( - _ - ') .l. >

-A ver...- Se sienta de golpe mi amiga haciendome dar un brinco- En 5 minutos nos lo traén.

Asiento lentamente mientras cambio de tema y comenzamos a hablar de cuando eramos jovenes.

Me cuenta su infancia y me doy cuenta de que no me acuerdo nada antes de mis 7 años. Es como si me hubieran hecho un lavado mental.

Quedo hipnotizada en mi mente intentando recordar mi infancia pero no hay imagen o palabra que recuerde de ese entonces.

-Aquí está su café largo con galletas y un capuchino con el cupcake de chocolate negro.- Salgo de mi trance al escuchar una voz masculina.

-¿Eh? ¡Ah! Si, gracias...- Le agarro el plato con el cupcake que está por ponerlo en la mesa.

-La cuenta ya está pagada asi que disfruten- Las dos nos miramos y funcimos el ceño.

-¿Pagada?- Decimos al unisono.

-Si, la persona que lo pago me pidió que no diera ninguna información.- Se retira el camarero.

Sigo con la curiosidad al igual que mi amiga Claudia.

-Habrá sido algún viejo verde de la zona...- Susurra ella dandole un gran sorbo al café.

-Supongo...

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