Solo Una Noche (Zayn Malik) (TERMINADA)

Capítulo Final

Gemí sobre sus labios al sentir sus cálidas manos en mi trasero. Me alzó un poco para que enrollara mis manos alrededor de su cintura y así caminar hacía el escritorio. 

Lanzó los papeles y lápices que se encontraban allí para darnos espacio y quedar casi acostado encima de mí. Al darme cuenta de que intentaba subir mi vestido, me separé de sus labios con la respiración pesada. 

- No podemos aquí, Zayn, afuera están las secretarias, Mari y Jack, nos escucharan. -dije agitada, él soltó un sonora carcajada y me beso fugazmente. 

- Está oficina está insonorizada, así que puedes gritar todo lo que puedas. - me susurro divertido. Le sonreí para volver a atacar sus labios. 

Me separé nuevamente.

- ¿Ahora qué? - dijo con fastidio.

- La puerta... ¿está cerrada? - rodó los ojos y camino hacia ella, le puso el seguro y volvió a colocarse entre mis piernas, dejándome sentir como un bulto crecía bajo sus pantalones.

-Ah. - jadeé antes de que me volviera a besar. Comenzó a subir mi vestido y yo no le impedí que no lo hiciera, estiré mis brazos hacía arriba para que no le costará tanto sacarlo. 

- Estás sin sujetador. - susurro. Miré hacia abajo cuando me dijo eso.

- Jack aun lacta a veces, debo estar preparada. - sonrió conforme y comenzó a besar mis pechos. Gemí sintiéndome cada vez más mojada. - No es justo. - musite entre besos.

- ¿Qué no es justo?

- Yo estoy casi desnuda y tú aun estás vestido. - protesté, se separó de mí quedando a escasos cincuenta centímetros. Comenzó a desabotonar su chaqueta y camisa lentamente, para luego sacarla, dejándome a la vista unos bien formados abdominales, luego procedió con su pantalón, haciendo un improvisado striptease. - Eso está mucho mejor. - dije asintiendo mirando aquel bulto que moría por sentir entre mis piernas

Volvió a besarme mientras yo me bajaba del escritorio y sacaba cuanto antes su bóxer.

- Vamos al sofá. - propuso y lo seguí. Me recostó cuidadosamente mientras sacaba mis bragas y se situaba entre mis piernas. 

- ¿Tienes condón? - le preguntó y el me mira desesperado, no quiero llevarme alguna sorpresa. 

- Aquí no tengo ¿Qué crees? ¿Qué me follo a mis secretarias? - lancé una carcajada y negué con la cabeza. 

- Está bien, tomaré la pastilla. - Me torturo un poco antes de meterse completamente en mí. Gemía con cada embestida las cuales se hacían cada vez más rápidas.

Gritamos llegando al máximo clímax. Pero aún no se detenía.

- No sabes... - suspiro. - no sabes cuantas noches soñé con esto. - confesó, yo sonreí sobre su pecho y deposite un pequeño beso allí. 

- Yo también, pero aun así tenía miedo. 

- Ya no tienes por qué tenerlo mi vida, porque esto es la promesa de no solo una noche, si no, de muchas más.

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Aww :3 calenturrientos pero tiernos