Un Alpha muy posesivo, con una adolescente llevada a sus ideas, no es la mejor combinación.
Y eso, el Alpha, lo sabía muy bien... Pero un secreto, lograría mantenerlos juntos, por más que se opongan...
Cuando juntaron sus miradas, Megan casi en cámara lenta, soltó el nudo de la bata y muy lentamente la deslizó hasta que cayó al suelo, dejándola totalmente desnuda y expuesta a Tyler.
Estaba haciendo sufrir a Tyler con su lentos movimientos. Megan entró en la piscina, el agua estaba temperada, por lo que no sufrió por el frío, nadó hasta encontrarse con Tyler, estiró su brazo y con su mano acarició su rostro.
- Te amo Tyler, no quiero que este momento termine - dijo Megan - Perdón por no darte un matrimonio como el que todas las mujeres sueñan, lo siento - se disculpó el Alpha - Ese es el problema - se acercó a su oído - no soy igual que todas las mujeres - susurró a la vez que acariciaba su lóbulo - Te arrepentirás de haber hecho eso.
Advirtió antes de atraer a Megan y pegarla a su cuerpo, la tomó por el cuello y la besó, la besó como nunca antes lo había hecho, como lo que era, un animal. Sonriendo, Megan correspondió el beso, unió sus labios salvajemente, disfrutando del momento. Subió su mano al cuello de Tyler para acariciarlo, mientras el bajaba una de las suyas hasta si trasero. Le dio un apretón, logrando que ella gimiera dentro de su boca. Separando un poco sus labios, dejó que Tyler entrara en su cavidad bucal y que explorara todo el espacio, para luego chocar con la suya.
Separando sus labios del feroz beso, Tyler bajó hacia su cuello, dejando pequeños besos húmedos. Suspirando, Megan dejó escapar un gemido de su boca, al sentir que el mordía y chupaba su delicada piel. Hundió los dedos en su cabello, y tiró de él en varias ocasiones.
Minutos después, volvió a besar los rojos e hinchados labios de Megan, nuevamente en un apasionado beso. Sus partes íntimas chocaban, y ella podía sentir la gran erección que le había provocado. Entonces, puso sus manos en el pecho de Tyler intentando separarse.
- Tyler... - Ahora no, nena - dijo entre besos. Al no hacerle caso, ella mordió lo suficiente su labio para lograr que se separe instantáneamente - ¿Qué mierda te pasa? - Lo siento, pero no me hacías caso -se encogió de hombros - no podemos seguir aquí - Tienes razón, ¿subimos?.
Ella asintió con la cabeza. Tyler la tomó con sus manos por la cadera y la subió arriba de él. Las piernas de ella estaban a cada lado del cuerpo de Tyler. Comenzó a caminar, como si supiera el camino de memoria, mientras Megan devoraba sus labios.
Llegó a la habitación y la dejó sobre la cama, se posicionó sobre ella, apoyando sus brazos a cada lado de su cuerpo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Besó y acarició cada parte de su minúsculo cuerpo, tomándose su tiempo.
Megan acarició su ancha espalda y buscó desesperadamente sus labios para unirlos en un delicioso beso.
Tyler dejó cálidos besos desde su cuello hasta el ombligo, llevó la boca hasta sus senos chupándolos y saboreándolos. La boca de Megan estaba formada en una perfecta 'O', mientras hundía los dedos en el cabello de Tyler. Luego de darle atención a sus dos senos, bajó hasta su parte íntima. Por un momento, él se detuvo y observó su rostro. Al notar que se había detenido, Megan abrió sus ojos y lo miró llena de lujuria.
- No te detengas - ronroneó, acariciando nuevamente su cabello.
Reaccionando, Tyler hundió la cabeza en su feminidad, haciendo maravillas con su lengua, ella llegó al orgasmo.
Bajando su boxer, reveló la gran erección. No aguantaba más tiempo, necesitaba estar dentro de ella, así que separó separó sus piernas y se hundió en ella. De ambas bocas salió un gemido de placer. Movió sus caderas hacia atrás, para volver a entrar en ella. Con cada embestida se sentía en el séptimo cielo.
- Nena, te sientes tan bien - Tyler - gimió sintiendo que llegaba al orgasmo.
Dando su último esfuerzo, ambos llegaron juntos al orgasmo. Tyler se corrió dentro de ella, llenándola por completo, para luego, caer desplomado al lado de ella y apoyar la cabeza en su pequeño hombro. Se quedaron en silencio, por algunos minutos, en los que Tyler se había podido recuperar, sólo los lobos se recuperaban tan rápido. Lo único que se lograba oír, era la agitada respiración de Megan, quién aún no lograba reaccionar. Tyler había entrado en ella sin previo aviso, y sí, le había dolido como los mil demonios.
