Un Alpha muy posesivo, con una adolescente llevada a sus ideas, no es la mejor combinación.
Y eso, el Alpha, lo sabía muy bien... Pero un secreto, lograría mantenerlos juntos, por más que se opongan...
El viaje había sido largo, pero al fin habían llegado a la casa. Por lo que había entendido Megan, había una manada de rogues por las fronteras del territorio.
Tyler había ido a solucionar algunos problemas con Steve, mientras Megan estaba ordenando sus cosas en la nueva habitación que compartiría con Tyler, acompañada de Ashley.
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- ¿Así que esperó la Luna llena? - preguntó Ashley - Si, fue muy lindo de su parte - dijo Megan - ¿Cómo ha estado todo por aquí? - Agitado, por un lado está Lindsay que no sabemos que hace aquí aún y por otro, está esa manada de rogues aquí en la frontera hace muchos días - No puedo creer que ella aún siga aqui - Ahora que Tyler está aquí, debería sacarla de nuestra manada.
Se había hecho de noche, y estaba nevando. Tyler aún no llegaba y Megan ya estaba preocupada y nerviosa. Tocaron la puerta, sacándola de sus pensamientos
- ¡Adelante! - dijo Megan antes de que comenzaran a abrir la puerta - Permiso - dijo Kate, la mamá de Tyler - Te traje un café, sé como te debes sentir - Muchas gracias - se sentaron en los sillones - Tienes que estar tranquila, Megan, esto va a pasar más seguido de lo que esperas - No puedo tranquilizarme, Tyler salió hace ya muchas horas y nadie dd la manada ha dado alguna señal - bebió un sorbo de café - En un principio me sucedía lo mismo, James salía con la manada y no llegaba en días, y estaba como tú, nerviosa y preocupada, pero con el tiempo entendí que es su deber y su trabajo proteger a su manada y me fui acostumbrando a la situación - Espero hacerlo, Kate - Ahora descansa, estoy segura de que mi hijo llegará pronto, cualquier cosa que necesites yo estaré en mi habitación - Muchas gracias, adiós.
Kate se fue a dormir a su habitación, pero Megan seguía sin dejar de pensar en Tyler, y sólo había alguien que podría ayudarla, Kyle. Marcó su número y rápidamente él contestó.
- Megan, supe que ha llegaste, ¿Cómo estás? - dijo Kyle - Estoy bien - dijo sin convencer - ¿Pasa algo? - Tyler salió hace horas a solucionar algo con una manada de rogues en la frontera, y no sé nada de él, ayúdame por favor - Iré a ver que pasa, y te devuelvo la llamada, ¿está bien? - Sí, gracias.
Cortó el teléfono y en ese momento, entró por la puerta Tyler, con evidente cansancio. Megan se levantó del sillón y corrió a abrazarlo.
- ¡Al fin llegas! - dijo sin soltarlo - Ni siquiera tuve tiempo para llamarte y decir que estaba bien - ¡No estás bien, Tyler! - lo miró - ¡Mírate la cara, estás herido! - Va a sanar rápido, los Alpha tenemos una cicatrización asombrosa - río con dolor - Te voy a curar las heridas, siéntate en la cama.
Megan fue a buscar el botiquín de primeros auxilios, mientras Tyler se sentó a esperar a la rubia. Cuando encontró el botiquín fue rápido hasta Tyler y se sentó a un lado, sacó algodón y puso sobre éste un poco de alcohol, ayudando a limpiar. Le pasó el dedo por los labios, acariciándolos, para luego pasar el algodón. Sus rostros estaban muy cerca y seguidamente, como era de esperarse, se besaron. No se sabe quien besó a quien, por que ambos se balancearon hacia adelante al mismo tiempo. Se besaron con pasión, sus lenguas exploraban toda su boca, sus labios iban y venían, una y otra vez, subiendo de tono con cada roce.
Las manos de Tyler acariciaron las piernas de Megan, hasta que quedaron acostados en la cama, él encima de ella. Tyler bajó los labios hacia el cuello de la rubia y comenzó a besar, chupar y morder, al compás de los gemidos de Megan. Ella lo sujetaba fuertemente del cabello, tirando de vez en cuando, con sus ojos cerrados. Disfrutando. Sacó la polera de Megan, mientras sus manos se deslizaban por su espalda, buscando el broche del sostén. Una vez que lo encontró, lo desató, liberando sus pechos. Comenzó a lamer uno a la vez, con dedicación. Luego fue bajando hasta su ombligo con pequeños besos, mientras veía como ella se retorcía. Desató el botón del jeans de Megan y lo deslizó hasta sacarlo, rápidamente. Los labios de Tyler se curvaron en una sonrisa cuando se detuvo en el elástico de la única prenda que le quedaba y vio que ella abrió los ojos, seguramente preguntándose por que no seguía.
- ¿Ansiosa, nena? - Oh, vamos Tyler, no es hora de juegos - se quejó y él rió.
Bajó la fina tela hasta sus tobillos, para luego retirarla. Separó con delicadeza sus piernas y acercó su rostro a su vagina. Megan soltó un gemido de placer, mientras se estremecía con cada toque de Tyler, su lengua hacía cosas increíbles, y deseó que ese momento jamás terminara.
Minutos después, Tyler se separó de allí para unir sus labios una vez más antes de quitarse la polera y el pantalón. La rubia observó cada movimiento, desde que se acomodó entre sus piernas hasta que se quitó el bóxer.
Se recostó encima de ella, descansando sus brazos a cada lado de su cuerpo, para no causarle daño, y se posicionó en su entrada. Se quedaron mirando por unos segundos, hasta que Megan frunció el ceño.
- ¿Sucede algo? - preguntó ella - No, ¿porqué lo dices? - Quizás por que no te mueves - colocó las manos en su trasero y empujó hacia abajo para que pudiese entrar en ella, cosa que no funcionó - Tranquila - rió Tyler.
Segundos después hasta la misma Megan se rióde la situación, pero las carcajadas duraron hasta que Tyler entró en ella y ambos finalmente se sintieron completos.
