¿Algún Día Estaremos Juntos? [EDITANDO]

¿Amigos?

El segundo día de clase...

No me parece muy buena idea que digamos, pero no tengo salida de la chancla de mi Madre si no voy a clases... Ya valí.

Después de llegar a mi instituto y entrar a mi grado. Directamente mi vista se dispuso en buscar a Alexander y preguntarle de donde había sacado mi numero de teléfono, pero, no lo encontré y decidí salir afuera. Estaba con Estib su mejor amigo y con una chica. Es linda, bajita y supongo que es popular y siendo sincera el no es que le ponga de mucha atención.

No dude en ir hasta donde se encontraban. Cuando pude acercarme lo suficiente a ellos, la chica directamente me miró con sus ojos color verde. Tan sólo una mirada mal y esta chica ya se esta imaginando una historia que nunca empezó. Tan sólo se marcho.

—¡Hola chicos!—Saludé. Estib me saludo con la mano y se fue.

—¡Hola!—Saludo Alexander.

No parecía estar seguro, apartaba su mirada de mi como si estorbara.

—Una preguntita—Dije con mi voz de niña pequeña que tanto les encantaba a todos, o eso creía yo—¿Cómo conseguiste mi número?—La pregunta pareció sorprenderle haciendo sus ojos mas grandes.

—Sé que sonará extraño y no quiero que me tomes por un loco maniático—Afirmó—. Entre a una de tus redes sociales y busque el número, lo anote y te escribí.

—¿Por qué te tomaría por un loco maniático?

—Supongo que por revisar tus cosas.

—Ahh—Reí y el me miró confundido—No, no, no te lo tomes a mal, me río porque me parece que fue un acto que todo haríamos.

—Supongo—Me dio una de esas sonrisas cálidas que ofrecían los chicos que tanto me encantaba—Emm, aja.

—Yo ya me voy.

—Claro, yo igual—Terminamos por irnos en direcciones diferentes. Claramente sólo tendríamos una amistad bastante fuerte.

POV: Alexander

Camine en dirección donde estaba mi Mejor amigo.

—¡Buuuu!—Asuste a Estib, este si apenas dio un saltito.

—¡Imbécil!—Chilló.

—Llora nenita.—Sonreí de lado.

—Nunca lloraría y menos frente a ti—Dijo con la pura verdad—.¿Que necesitaba Chiara?

—No necesitaba nada, tenia una duda.—Arqueo una de sus cejas.

—¿Cuál?

—Me pregunto de donde saque su numero de teléfono.

—¿Para que necesitabas su número?—Me miró confundido.

—Sé me olvido copiar el horario—Dije algo avergonzado.

—No te creo...

—Créeme, estaba tan concentrado jugando en mi celular que ni puse atención a la vieja maluca.

—Te costará convencerme, pero por el momento te creo.—Dijo algo dudoso.

—Tremendo desafío-Dije con ironía.—Chiara es linda, pero no es para nada mi tipo. Si el destino quiere que este con ella si es por lo que te estas imaginando en tu mente—le di un pequeño golpe con mi dedo indice en la frente—, solo espero que no se equivoque en su decisión.—Aclare.

—Anda ya, vamos a jugar un poco—Me empujo donde estaban los chicos, solo espero que Chiara no se haga películas en su mente. A veces las chichas pueden ser un poco melodramáticas.