ChanBaek ➼ Monstruo

Capítulo 15

Baekhyun no pudo seguir viendo aquello.

Estalló.

Todo su cuerpo y alma se sumió en la ira. El virus que habitaba en su interior reaccionó químicamente a estas emociones y sufrió un trastorno de ansiedad instantáneo e irremediable.

Matar. Matar sería su prioridad.

Se empezó a lanzar contra la jaula como loco, mientras todos los científicos gritaban asustados. Algunos salieron corriendo del laboratorio, otros intentaron encontrar algo con lo que poder calmar al Monstruo, y tan solo el padre de Chanyeol se había quedado mirando aquella escena desde un lado.

Pero sus planes no salieron como él esperaba, pues el Monstruo consiguió volcar la jaula. Sus manos alcanzaron tal nivel de fuerza que despedazó las rejas como si de cintas de tela se tratara.

El científico cogió a Chanyeol de la camiseta y lo puso entré él y el Monstruo, para protegerse.

Baekhyun gateó hasta ellos, olvidándose del resto de gente que no importaba.

—¿Qué harás ahora, Monstruo? ¿Matarlo? ¿Es eso lo único que sabes hacer?

Chanyeol apenas podía abrir los ojos, pero podía escuchar con claridad las palabras de su padre.

—Baekhyun... —susurró Chanyeol.

El Monstruo se acercó más a ellos, decidido a acabar con la vida de la persona que estaba haciéndole daño a Chanyeol.

El científico lanzó a su hijo fuera de combate en un último instante, asumiendo su muerte. Chanyeol cayó al suelo adolorido y medio inconsciente.

Baekhyun no necesitó ver más para que la cólera acabara por consumir todos sus sentidos y se convirtiera en lo que siempre había sido, un asesino.

Acabó con la vida de todos los allí presentes, desgarrándoles el cuerpo, desparramando su sangre por todos los rincones del laboratorio, y manchando su boca y sus manos de su manjar favorito: la sangre.

Cuando terminó, nadie quedó vivo salvo Chanyeol, que lloraba en el suelo, abrazándose a sí mismo. Miraba la escena a su alrededor y era devastadora. Estaba asustado, tenía tanto miedo que apenas era capaz de darse cuenta de que Baekhyun estaba justo enfrente de él, mirándolo fijamente.