ChanBaek ➼ Monstruo

Capítulo 16

Fueron los inocentes y tiernos ojos de Baekhyun los que trajeron a Chanyeol de vuelta a la realidad.

Baekhyun no era un monstruo. Lo dejó de ser el día que Chanyeol dejó de verlo como uno. Porque sólo hacía falta que alguien lo viera como algo más, para poder ser algo más.

Chanyeol estiró el brazo y vio cómo Baekhyun se acercaba gateando. Por fin lo tocaría, por fin podría tocar a su precioso Baekhyun.

Acarició su mejilla con delicadeza y Baekhyun se estremeció bajo su tacto. Nunca nadie lo había tocado así. Se sintió humano en aquel momento.

—Baekhyun... Tienes unos ojos preciosos.

El Monstruo acercó su cara a la de Chanyeol y observó las lágrimas en sus ojos. Sin darse cuenta, él también empezó a llorar.

Chanyeol pegó su mejilla a la de Baekhyun y se mantuvieron así un rato, consolándose el uno al otro.

Luego Chanyeol, con sus dos manos, envolvió la cara de Baekhyun y, sin necesidad de aportarle confianza con una mirada, fundió sus labios en los de él. Sabían a sangre, a sudor, a miedo.

Pero también sabían a Baekhyun.

A su dulce Baekhyun al que le encantaba jugar con una cinta, que era tan inteligente aunque aprendía muy lentamente porque era torpe. Al niño que había sido su único y mejor amigo, al que había ocupado su mente las veinticuatro horas del día.

En definitiva, al niño del que estaba perdidamente enamorado.

—Chanyeol... —logró susurrar Baekhyun, haciendo que Chanyeol abriera exponencialmente sus ojos.

Vaciló.

—¿Sí, Baekhyun?

—Te quiero.

El pelirrojo volvió a besarlo, pero más profundamente. Ya nada más le importaba. Sólo sabía con certeza que amaba a Baekhyun por encima de todo, y que quería protegerlo y cuidarlo.

Quería estar con él durante el resto de su vida.

Tal vez ahora pudieran escapar y ser libres juntos. Chanyeol podría seguir enseñándole cosas y Baekhyun acabaría por adaptarse a la sociedad y vivir como una persona normal. Tal vez la cura de su enfermedad residía en el amor y la confianza.

Pero, al parecer, ambos estaban equivocados.

Baekhyun mordió la lengua de Chanyeol sin querer.

Separó sus labios de inmediato para mirar a Chanyeol, pero al encontrar su mirada, vio que estaba en blanco.

Acababa de matarlo.

Lo sostuvo entre sus brazos para evitar que se desplomara y lo zarandeó de un lado a otro.

—¡Chanyeol! —gritó, con todas sus fuerzas.