Capítulo 8

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Las entradas secretas al laboratorio de su padre eran cada vez más emocionantes.

Baekhyun aprendía a la velocidad del rayo, y aunque aún era imposible para Chanyeol comunicarse bien con él, por lo menos ya eran capaces de transmitirse algunas cosas.

Habían pasado varios años desde entonces, y el pequeño Chanyeol, que ya no era tan pequeño y tenía trece años, se lo pasaba en grande llevando cosas para que ambos jugaran.

Una semana le llevó una cinta azul que le pasó entre las rendijas de la jaula, para que aprendiera a jugar con ella. Jugaba como un cachorro, y esa era una vista que a Chanyeol le encantaba.

Otra semana le trajo un sonajero y empezó a hacerlo sonar alrededor de la jaula mientras Baekhyun tenía los ojos tapados. El Monstruo debía averiguar de dónde procedía el sonido, y lo adivinaba siempre a una velocidad inverosímil.

—¡Buenos días, Baekhyun!

Nada más oír su voz, Baekhyun se agarró a las rejas de la jaula. Chanyeol traía consigo ese día una tartera con deliciosa comida que había preparado él dentro.

Después de un tiempo, se había dado cuenta de que Baekhyun crecía al igual que él, pero que no estaba siendo alimentado bien. Su padre le ofrecía pisto para pájaros y agua, y eso era lo único que comía.

Chanyeol, desde ese día, empezó a llevarle comida que él preparaba. Se la metía en la boca, la masticaba y, a través de una pajita un poco más gorda que las convencionales, le "escupía" la comida a Baekhyun. Con el paso de las semanas, empezó a surtir efecto y el cuerpo de Baekhyun empezó a hacerse más fuerte.

Un día, después de terminar de comer, con Kris de vigilante en la puerta, medio dormido, Chanyeol se acercó más a la jaula.

Baekhyun se acariciaba la panza y sonreía como un tonto. Sus ojos estaban cerrados, pero Chanyeol no supo si por cansancio o por placer.

—Tsss, Baekhyun —susurró Chanyeol. El Monstruo abrió los ojos y estuvo atento a sus palabras —. Tengo algo que decirte.

Baekhyun asintió levemente.

—Tienes unos ojos preciosos.

Un escalofrío lo recorrió y fue completamente visible a los ojos de Chanyeol.

—¡Ha funcionado! Ahora me aceptas los piropos.

Baekhyun se tapó la cara con ambas manos y se hizo una bola.

—¡Mírame, jo!

ChanBaek ➼ MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora