Daddy {Hopemin}

2. H∀ԀԀIᴎƎSs

Ninguna droga ni sustancia extraña había acelerado tanto su corazón. Y eso que había probado muchas cosas. Muchísimas.

—Dame una razón para dejarte vivir —dijo aquella persona que lo sostenía. Sacó un cuchillo que rápidamente posicionó sobre su cuello haciendo una leve presión.

Hoseok tragó saliva e intentó tranquilizar su respiración.

Era extraño, muchas veces había visto su vida en peligro, pero nunca se había quedado tan paralizado como esta vez. No podía pensar en absolutamente nada más que no fuese la curvatura en los labios de su pronto verdugo.

Ya lo había asimilado. No saldría con vida de esa.

A decir verdad, no le había costado demasiado. No tenía mucho qué perder.

Su madre podría arreglárselas sin él. Nadie lo extrañaría mucho.

—¿Qué pasa? ¿Dejarás que te mate sin más? Patético —dijo esa voz entre melódica y algo aguda. A pesar de estar insultándolo, era agradable oírlo.

—Lo siento —susurró Hoseok.

No sabía porqué se disculpaba. Quizás por no tener una razón para vivir y hacer esa charla tan poco interesante.
No iba a rogar por seguir viviendo, no era su estilo.

—Qué lástima, un final tan trágico para alguien tan lindo. Es una pena...

En ese momento los jóvenes con los que Rap Monster estaba hablando y a los que supuestamente iban a jugarle una broma, se acercaron hasta ellos.

Si su vista no le fallaba, esa figura de baja estatura era su amigo, Min Yoongi.

—Deberías enseñarle modales a tus amigos, Suga —dijo el joven antes de soltar a Hoseok. Éste se tambaleó unos segundos antes de caer al piso.

Sintió que finalmente podía volver a respirar con normalidad.

Levantó la cabeza y miró al joven que lo había dejado seguir con vida.

No era para nada como lo imaginaba. Parecía tener mucha fuerza cuando lo sostenía. Simplemente... no era lo que esperaba.

Aunque no estaba decepcionado.

—¿Qué forma de saludar a alguien es esa, muñeco? —dijo aquél desconocido.

No sabría decir si le molestaba o le agradaba que le dijera así.

Hoseok no era un muñeco. Era todo lo contrario. Era un drogadicto, delincuente, malnacido y basura de la sociedad.

Que le dijera así era gracioso. Quizás por eso en parte le agradaba.

—¿Quién es este tipo? —le preguntó Hoseok descordialmente a Suga refiriéndose a su agresor, quien ahora lo miraba sonriendo.

—Hope, él es... —comenzó a hablar Suga pero fue interrumpido por el joven.

—Soy PJ, un gusto... Hope —dijo el ahora conocido como PJ extendiéndole la mano para ayudarlo a pararse.

¿Acaso le había visto cara de tener amigos?

Rechazo su mano de la forma más descortés posible y se paró por su cuenta. No olvidaba que hace un momento ese mismo chico le estaba por cortar el cuello.

—¡Woow! Chico malo... —comentó PJ riendo.

La idea no era que se riera de él, la idea era demostrarle que en cuanto tuviese la oportunidad cobraría venganza por lo que había hecho.