Sarah en multimedia*
2 años antes...
La música aún se oye desde el jardín delantero de la casa, Thomas se para y me mira seriamente con esos ojos suyos tan imponentes. Sabe que estoy borracha como una cuba y probablemente también sabe que es la primera vez que lo estoy, así que saca sus armas de hermano mayor y habla:
-Tú vuelve a casa con Stacy y yo me iré con los chicos a casa de Dallas. Mamá y papá no vendrán hasta mañana sobre las doce del medio día y yo estaré en casa antes.
Siento las piernas algo dormidas y una jaqueca terrible, veo algo borroso también, pero intento prestar la mayor atención posible a sus órdenes asintiendo simultáneamente.
-Lo siento de verdad Tommy, yo...juro que no volveré a beber, soy una carga y...-me disculpo arrastrando penosamente las palabras, también tengo la lengua dormida. No suelo ser sensiblona pero siento un nudo en la garganta, pienso que voy a llorar pero bien podría ser que estoy a punto de vomitar todo el tequila y la cerveza que he consumido.
Por alguna razón suelta una risita y sacude la cabeza.
- ¿Te hace gracia que esté así de borracha y que me hayas tenido que cuidar toda la noche?-tropiezo un poco con las erres pero espero que no se note demasiado.
-Sí, me hace gracia tu estado, y es mi deber cuidarte. Además no me llamas Tommy desde que tenías cinco años.
Pongo los ojos en blanco y por alguna razón este ordinario gesto me hace perder el equilibrio y tambalearme hacia atrás. Doy un paso atrás para no caerme pero el tacón se me hunde en el césped y ya estoy cayendo. Mi hermano estira el brazo para atraparme pero antes de que suceda choco contra alguien detrás mío. Ese alguien suelta también una risita, me pone en pie y se coloca al lado de Thomas. Ahora me miran los oscuros ojos azules de Derek, el mejor amigo de mi hermano, y joder, le haría de todo a este tipo de uno ochenta y pico, cuerpo de revista y pelo de anuncio de champú. ¿Acabo de pensar eso? No volveré a beber en la vida.
-Ojalá me diera pena que estés así de borracha, al menos no estaría pensando en lo corto que es ese vestido.
Sí, es una pena que sea un capullo. Aunque no culpo que mire mi vestido me lo he puesto para eso, para atraer miradas, desde luego a Thomas no le hace gracia. Tras él vienen dos amigos más de Tommy, Dallas y Elliot, también chicos de revista con grandes músculos y pequeños cerebros. Al menos son leales, este pequeño escuadrón de cuatro hombres llevan siendo amigos desde la infancia.
-Yo no dejaría salir más así a tu hermanita, siempre hay tipos como yo sueltos que miran lo que no deben-comenta Dallas.
-Como sigáis diciendo cosas obscenas de mi hermana no volveréis a usar eso que lleváis entre las piernas-amenaza Thomas.
Los chicos ríen un momento pero no vuelven a hacer comentarios. Cuando Stacy llega a mi lado se despide de mi hermano con un beso pasional y él juntos a sus amigos se dirigen hacia el coche. Thomas me regala una última sonrisa antes de desaparecer entre a sombras del oscuro parking donde ha dejado el coche.Eso fue lo último que supe de él hasta que llamaron a casa, de madrugada, diciendo que el coche de mi hermano se había estrellado y que estaba grave en el hospital, tres días más tarde, había muerto.
***
Besos de Queen C.
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Shades of madness
Teen FictionSarah es un torbellino de emociones. Ahora que está en su segundo año de universidad, vuelve a bajar la guardia y en una de esas tanta fiestas, el pasado que se ha esforzado por enterrar en lo más profundo de su mente regresa envuelto en un bonito c...