Helen en multimedia*
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Estoy de vuelta en el edificio de mi apartamento. Voy hacia los buzones para recoger el correo cuando veo a cuatro personas salir de uno de los apartamentos cargados de maletas. El primero en salir, es un tipo alto y musculoso, lleva un tatuaje en el brazo, tiene el pelo entre rubio y castaño, un auténtico modelo me atrevo a decir, sus ojos están completamente dirigidos hacia una chica más bajita y morena a la que agarra de la mano. Y los dos siguientes que los acompañan atravesando la recepción tienen la cara que tendría yo si estuviera de vacaciones de pareja doble sin que una de las parejas sea pareja.—Jake, te lo pido por favor, como sigáis besándoos después de haberos pasado todas las vacaciones follando a Violet y a mí nos va a entrar mononucleosis.
—Cam, no te pongas borde porque no hayas conseguido ningún polvo tú—dice la chica del tal Jake mientras éste entrega las llaves.
De pronto el tal Cameron repara en que los miro, sonríe pícaramente hacia a mí, y la otra chica a su lado que debe de ser Violet hace una mueca molesta cuando lo pilla y lo toma del brazo.
— ¿Es que nunca te rendirás?—finalmente todos van a la salida.
Ver esa escena de pronto me golpea recordando como era antes todo. Sabéis, tener un grupo de amigos, salir por ahí. Doy gracias al mundo por darme a una amiga como Stacy pero es inevitable pensar que había pasado si las cosas no hubieran sido como fueron.
De vuelta al apartamento me encuentro a Stacy viendo la tele y en cuanto me ve entrar salta del sofá.
—Has tardado.
—Me he topado con...un imprevisto.
Ella alza una ceja sonriente y con mirada intrigada.
—Oh, y ¿Ese imprevisto tiene nombre y apellidos? ¿Es guapo?
—Sí, y sí, pero no, por nada del mundo deseo encontrármelo de nuevo—digo recordando a Derek y su irritante sonrisita burlona.
— ¿Qué ha pasado?—pregunta ella un poco más seria.
—Me he topado con Derek y me ha estropeado mi futura pareja...aunque en cierto modo es lo único que ha hecho bien en toda su vida, aquel tipo era un pervertido disfrazado de tío decente.
—Oh, ya veo, y... ¿Qué te ha dicho?
—Se ha burlado de mí y de mi espantosa forma de elegir parejas para una relación seria así que le he tirado el café encima y me he ido.
—Ah, ya veo...Es una pena, porque como vas a venir conmigo a la barbacoa que hacen Sharon y Dallas por su año juntos es bastante probable que esté Derek.
— ¿Cómo?—no puedo evitar soltar una risita— ¿Te ha invitado Sharon o Dallas?
Hace una mueca como de culpabilidad y sonríe intentando quitarle importancia a la situación.
—Ambos.
—Pues me alegro de que estés reestableciendo tus lazos pasados pero yo no pienso ir. Dejé muy claro que no me apetece saber nada de ellos.
—Ya estamos de nuevo. También Dallas te invitó a ti, no le hagas creer que lo odias irracionalmente.
—Sabes que mi odio no es irracional—replico a la defensiva.
Ella suspira con cansancio y pone esa cara que implica que se está resistiendo a explotar.
—Bien, no pasa nada si no quieres avanzar y olvidarte de rencores que ambas sabemos que son absurdos. Pero yo iré y lo pasaré bien, y quien sabe, tal vez conozca a alguien especial—no lo dice de manera brusca, sino lo más calmada que puede.
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Shades of madness
Teen FictionSarah es un torbellino de emociones. Ahora que está en su segundo año de universidad, vuelve a bajar la guardia y en una de esas tanta fiestas, el pasado que se ha esforzado por enterrar en lo más profundo de su mente regresa envuelto en un bonito c...