CAPITULO 31

364 31 11
                                    

CAPITULO 31


– No Doctora. – dije riendo nerviosa. – Usted no me puede estar diciendo eso. – negué con un movimiento de cabeza antes de caer en shock.

– Pues sí. – me dijo ella sonriendo. – Tiene un mes Señorita...

– No...– dije y baje la mirada al suelo tomando mi cabeza. – No es posible.

– Lo es. – sonrió ella. – Le recomiendo que se calme, vea, si no lo desea...– la miré un poco calmada. – Hay unas pastillas...– comentó ella, anoto el nombre en una hoja de papel. – Solo, piénsalo bien, no eres una chica de 17, 18 años. – me sonrió asentí.

– Gracias doctora. – dije y tome la pequeña hoja de papel y la guarde en mi cartera, me puse de pie y salí del consultorio.

No podía ser, abrí mis ojos, terminé de salir del edifico y camine a una pequeña plaza que se encontraba allí, mire a mi alrededor, me estaba mareando, estaba sudando frio, no podía sentir el aire fresco de la tarde, me sentía como si fuese pleno medio día, yo no podía estar embarazada, no cuando había elegido tener otra vida con una persona que no fuera Justin. Tome mi celular y fui a marcar el número de Lucky pero recordé que estaba para Italia y regresaba en dos semanas, para la noche de navidad, mordí mi labio en desesperación, ¡MI MAMÁ! No, mi madre no, debo decirle las cosas en personas, y me obligaría a... JUSTIN, abrí mis ojos, ¿debería avisarle? Tome el celular y sin pensar más marque su número.

– ¿___?

– Justin. – logre decir.

– ¿Qué pasa? ¿Te sucede algo?

– Sí. – dije a punto de llorar.

– ¡¿QUÉ?! ¡DIME! – dijo ya alterado.

– Necesito verte, te lo diré en persona. – dije.

– ¡¿TE BUSCO?! ¡¿DÓNDE ESTAS?! – pregunto.

– Yo...– mire a mí alrededor.

– ¿HEY? ¿NENA?

– Justin estoy en la plaza frente el edificio Rit-Mare.

– Estoy allá en un momento ¿puedes esperar?

– Si...– dije. Él colgó la llamada y yo seque mis lágrimas. Busque un banco y me senté, abrí mi cartera y saqué los papeles que la doctora me había dado, la ecografía donde podía verse la pequeña bolsita con algo de forma. Comencé a llorar y guarde el papel en la cartera, coloque mis codos sobre mis piernas y mis manos tapando mi rostro mientras rompía en llanto.

Trate de calmarme y secar mis lágrimas, era 1 de diciembre así que me había tardado dos días en decidirme si venir o no al médico. Respire profundo unas cinco veces, y en cuestión de minutos escuche la bocina de un auto, mire hacia al frente, era Justin, tome mi cartera y me coloque de pie. Él bajo del auto apresurándose a llegar a mí, casi que corriendo. – ¡___! – dijo cuándo me vio más de cerca, le sonreí pero derrame algunas lágrimas al mismo tiempo. – ¿Qué te paso nena? – pregunto al llegar a mí. Yo me lance en sus brazos, rodeé su cuello y escondí mi rostro en su pecho. – Dime nena. – me dijo. – ¿Qué te paso? – me separo un poco de él, lo mire. – ¿Por qué lloras? Dime. – estaba preocupado. – Habla, dime algo. – me dijo tomando mi rostro. – Dime. – me dijo mirándome a los ojos.

Baje la mirada y me aparte un poco de él, saque la hoja de papel doblada dentro mi cartera y se la entregué, él sin entender la abrió, era la ecografía. Él abrió un poco sus ojos miro las imágenes un momento y me miro. – ¿Qué significa esto? – me pregunto.

HE IS BACK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora