CAPITULO 4 -HISTORIAS

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CAPITULO 4

-HISTORIAS-


– ¿Es ella? –dijo una voz masculina que yo podía reconocer. Había alguien allí con Fabiana. – ¿Quién es? –repitieron nuevamente detrás de la llamada. Era su voz. Era Justin.

– No le digas por favor...–dije tratando de calmarme. Aunque moría por hablar con él, por verlo, mi mente se llenó de recuerdos, mis sentimientos volvieron a donde antes, a él.

– No, es...–dijo Fabiana.

– ¿HOLA? ¿¡___!? –dijo Justin al celular. Me quede en silencio escuchándolo. Los recuerdos pasaban ante mí. Era como si estuviese muriendo y todo pasara frente a mí, sus malas caras, sus sonrisas, sus ojos claros y aún más claros a la luz del sol.

– ¡Deja! –escuche a Fabiana, de seguro le había quitado su celular, ella lo tomo de vuelta. – ¿Aló?

– ¡Es injusto que no me permitas hablar con ella! –escuche que Justin dijo, aunque su tonó era de un gritó no es escucho tan fuerte al celular. – ¡¿A dónde vas?! –dijo él. Y solo escuche ruidos que no entendí de donde provenían, pero no lo escuche más a él. Me quede llorando en silencio.

– ¿Aló? ¿___? soy yo, Fabiana. –dijo, pero no respondí, me quede en silencio. ¿Qué estaba haciendo? Justin odiaría a Fabiana por mi culpa. – ¿HOLA? ¿ESTAS ALLÍ? –dijo en voz alta. No respondí.

Colgué la llamada. No quería hablar. Quería estar a su lado, al lado de Justin. Quería ver a mi madre... quería ver a Fabiana. Deje el celular a un lado y me fui hasta la cama y me recosté, mientras cerraba mis ojos y trataba de detener las lágrimas, por alguna razón sentía muchas ganas de llorar, necesitaba si era posible gritar, me había mantenido fuerte en tanto tiempo que... tal vez escuchar su voz fue lo que faltaba para derrumbarme.

Llore abrazada a mi almohada, llore hasta que tuve que detenerme por no poder respirar. Llore hasta que el pecho me dolió, hasta que mis ojos dolían...

... llore hasta quedarme dormida.


*JUSTIN.*

– ¿¡PERO DIME QUE TE HICE!? –dije ya alterado, Fabiana solo estaba callada ni siquiera me miraba. – ¿Me odias? –dije ya calmado. – ¿Por qué no me permitiste hablar con ella? ¿Por qué?

– Justin... tú... tú tienes a Susana. –me respondió sin mirarme y la vi secarse su mejilla con rabia.

– ¿Y ESO QUE?

– ¡¿Y ESO QUÉ?! –dijo y se puso de pie, se dio la vuelta y quedo frente a mí. –Que tú te has dado por vencido, que ya no necesitas a mi amiga ¡YA HICISTE TU VIDA!

– ¡SABES QUE NO ES ASÍ!

– ¡SE PERFECTAMENTE QUE SÍ! –me gritó. – ¡Lo sé desde el momento en que se volvió más seguido el que ella se quedara en esta maldita casa! –dijo y seco su mejilla. –No lo quería aceptar, pero el verte esa mañana saliendo de esa habitación me hizo quedar clara en todo...

– Fabiana...–dije tragando grueso.

– ¡CALLATE! –me gritó. –Eh estado aquí por más de un año ¡más de un año! Tú tan siquiera se cumplió el año y te olvidaste de ___. ¡TE OLVIDASTE DE ELLA! Así que no vengas como si nada, a ti no te ha de importar ella. –Me miro amargamente. –No seas hipócrita. –dijo y me paso por un lado saliéndose de la habitación de Ryan y ella. Me tropezó el hombro, me quede allí quieto, sin decir nada. Ella tiro la puerta tras ella luego de salir.

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