CAPITULO 11 - UNA FIESTA

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CAPITULO 11

-UNA FIESTA-


Esta noche iríamos a una fiesta, sí, como lo dije, a una fiesta, había una "reunión" de unos compañeros de Austin, así que él había decidido llevarme a mí y a Fabiana a esa fiesta. Yo ya me sentía mejor, claro, el día anterior en un parque de diversiones le sube el ánimo a quien sea. Y un día anterior a ese... pues como era el primer día de Fabiana acá, le dimos un recorrido turístico y fuimos al cine y al anochecer fuimos al muelle, donde comimos y la pasamos bien.

Pero hoy tocaba una fiesta, claro estaba que todas estas salidas eran nada más y nada menos que con una sola intención: hacerme sentir bien. Así que recibiría todas esas buenas vibras que ellos dos me estaban enviando y les haría caso en todo. Necesitaba estar bien, él ya lo estaba, Fabiana lo estaba, Austin lo estaba... me tocaba a mí.

Así que me decidí entre los dos vestidos, el largo que tocaba el suelo color rosado y el vestido que llegaba por debajo de las rodillas color salmón. Por supuesto elegí el corto, el rosado no me gustaba. Fabiana entro a mi habitación con el vestido por debajo de sus rodillas color azul cielo que le había emprestado, bueno mejor dicho regalado, porque ahora veía que se le veía bien. Ella me sonrió. –Llego la hora del maquillaje. –me dijo e hice mala cara, ella sonrió más, dio un paso adelante y entraron los estilistas. Fruncí mi ceño ella sonrió, solo negué con la cabeza mientras sonreía para mí misma. Nos sentamos en las sillas cómodas que parecían de peluquería, una persona se encargó de maquillarme, mientras otra se encargó de mi cabello, otra de las uñas de mis manos y otra de mis pies, lo mismo sucedía con Fabiana.

Luego de unos largos minutos me puse de pie, sonreí a Fabiana quien estaba fascinada por cómo se veía. Suspiré y me mire frente al espejo. –Wuao. –dijo Austin entrando por la puerta de mi habitación, sonreí y un rubor mínimo se notó en mis mejillas. –Debo decir que las dos se ven hermosas. –dijo y me guiño. Reí. –Te ayudaré con tus tacones. –dijo él mientras caminaba hacia mí, asentí, me senté y él se puso de cuclillas para colocar y ajustar los tacones negros a mis pies.

– Gracias. –le dije cuando él termino y se colocó derecho, él solo sonrió, Fabiana y yo ya estábamos juntas así que lo único que hicimos fue salir de la habitación, por supuesto que llevaba mi cartera de mano color negro, como un monedero formal donde mantenía un espejo, un polvo de rostro y mi celular. Fabiana también llevaba uno, tanto sus tacones como su cartera o monedero eran de color blanco. Claro que estábamos con colores que nos resaltaran.

Fabiana se veía muy hermosa con su cabello con hondas mientras yo... lo llevaba liso y algunos lugares con ondas para no quitarle el efecto natural al cabello. Mi padre y mi madrastra por supuesto que no comentaron nada, a ellos les encantaba la idea de que yo me vinculara más con la clase social alta y que las personas me vieran con Austin, como su prometida.

No duramos mucho al llegar al lugar, el padre de Austin nos había enviado una limosina con chofer. Fabiana estaba emocionada, por todas las cosas de la clase alta, sonreí, yo... en realidad no me gustaba mucho esas cosas, pero a veces se disfrutar la situación sin pensar en las demás cosas.

La limosina nos dejó justo en la entrada de la gran casa, una mansión. Fabiana y yo bajamos de la limosina, y mientras Austin se mantenía a mi lado caminamos por una alfombra roja, sonreí, me sentía como si fuese asistir a unos premios Oscar. Austin nos hizo detenernos un par de veces y las personas gritaban cosas y algunas preguntas como "¿Cuándo es la fecha de la boda?" y otras cosas referente al compromiso. Las fotos venían de todos lados, así que Fabiana y yo nos apresuramos un poco más y Austin nos siguió.

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