I.P.F.P.

capitulo 1. Angel Hetfield

Llegue a la puerta de la IPFP, un guardia robótico resguarda el lugar, al acercarme le mostré el tatuaje que mostraba mi número de identificación y el robot dijo.

—Bienvenido, por favor pasa. —los robots en este tiempo, son capaces de pensar y razonar casi como un humano gracias a que su cerebro ahora puede aprender, después de la muerte de nuestros padres las maquinas se encargaron de limpiar gran parte del planeta.

—Hola. —le respondí sin voltear a verlo, sabía que dentro de dos días o mejor dicho dentro de dos noches, seria obligado a ir a conocer a una mujer y tendría que comenzar a vivir con ella, solo porque ellos así lo ordenaban. Estaba bastante enojado por lo que en contra de mi voluntad estaba destinado a hacer.

Siempre había vivido entre hombres, y jamás nos llevábamos bien, quien me garantiza que con ellas no pasaría lo mismo, seguí caminando por un pasillo metálico hasta llegar a la recepción donde un androide me recibió, escaneo mi código para tener acceso a mis datos y dijo.

— ¡Bienvenido 035!, espero que hayas tomado tu medicamento... Recuerda que aun no has podido volar.

Todos los robots y androides tienen acceso a mi información algo que me molesta mucho, pues parece como si hablara siempre con ¡el mismo maldito androide!

— ¡No es necesario que me lo recuerdes, he estado tomando esa porquería casi desde los 10 años!

—Está bien, ¡No es por esto que te llame!

El androide variaba su tono de voz como si diera énfasis a sus palabras.

—Pronto cumplirás los 20 años de edad y ya estamos analizando tus datos para saber que mujeres son más compatibles contigo.

— ¡No lo entiendo!, si hicieron el mismo número de hombres y mujeres, ¿por qué no los ponen simplemente en parejas desde un principio?

—Nosotros debemos analizar que el ADN sea compatible para su reproducción. Solo podemos hacerlo durante su etapa adulta.

— ¿Y si dos razas completamente diferentes como las de ADN de un ave, es compatible con el de un roedor? ¿No saldrían deformes los niños?

—Nosotros nos encargamos de modificar a los bebes antes de nacer, y para evitar cualquier anomalía cambiamos su genética.

A pesar de haberlo escuchado no pude evitar preguntar.

— ¿Ya han nacido niños?

—3 niños y dos niñas han sido concebidos, debo informarte que si decidieras tener un bebe con tu pareja, estás obligado a venir aquí para supervisarlo...

— ¡Espera, que pasa si yo estoy en desacuerdo con esto!

—A pesar de ser mitad animales aun son humanos y gracias a eso son más compatibles... Además no puedes hacer nada, ¡debes aceptar a tu pareja o los dos serán ejecutados!

La sorpresa fue aun mayor, nunca me habían dicho algo como eso... Jamás mencionaron que nos matarían si rechazaba a la mujer, y que sucedía si ella me rechazaba a mí, ¿igual me ejecutarían?

— ¿Aun quieres renunciar? —pregunto cambiando su tono de voz para asustarme.

Negué con la cabeza tragándome mi coraje.

—Por ahora regresa a tu casa, y preséntate dentro de dos días.

Camine hacia la puerta, y al salir corrí lo más rápido que pude, aunque arrastraba las alas por el suelo corrí y salte por los arboles agarrado con mis pies.

En medio del bosque sentí un gran malestar, las lágrimas escurrían en mi cara, era el miedo que sentía de pensar que no podía rechazar a la mujer que ellos eligieran. Si intentaba algo seguramente moriría, estaba tan furioso que comencé a gritar, cerré los ojos apretándolos muy fuerte, entonces escuche algo a lo que nunca le preste atención; el sonido que producía mi boca rebotaba en cada cosa que se atravesaba en su camino y regresaba a mis odios, ¡era algo asombroso!