Odio Quererte |Mambar|

C A P I T U L O 16

«La manera mas cobarde de dejar de estar con alguien es dejar de hablar sin darle una explicación alguna e irte sin avisarle»

Simón Pov's

Ámbar... ¿Como definir esa palabra en mi diccionario?

Ella era fría, hasta que se enamoró, sintió lo que nunca sintió, creyó en lo que nunca creyó, amo a quien nunca imagino, el era parte de su juego, el era solo un juego y sin embargo todo se salio de las manos y tenemos a la gran pareja que todos aman..
¿Pero cómo? ¿Como ha pasado esto? ¿Como he dejado que esto pase sobre mi? Ella era completamente mía, desde siempre, hasta que llegó aquel chico maravilloso en el patinaje que despertó algo en ella que nunca lo haré yo.

Era una mujer herida por el pasado, desconfiada, fría de esas que son difíciles para que vuelvan a querer.

Y el, lo logro,por mas duro que sea, algo que nunca pude hacer yo, algo que nunca supe como hacerlo, despertó su lado tierno, despertó a su corazón, pero tal vez la haga cambiar de parecer, ella están vulnerable, tan manipuladora, tan sarcástica, pero se que nunca podrá tener fuerza de voluntad conmigo, y eso lo se claramente.

Fría, cruel, manipuladora, egoísta, rencorosa, mala muy mala.

Ella es Ámbar, no la chica que derrama amor a lado de ese principe azul en un cuento de hadas.

Y de algo estoy seguro, la traeré de vuelta.

-¡Ámbar!- La llamo y ella me ignora completamente mientras esta haciéndole cariños al estupido princeso ese.

La llamo varias veces mas pero es en vano, ella no me habla desde su última llamada aquella noche.

Desde que le confese, que tal vez estaba enamorado de ella.

Nos encontramos en el Jam&Roller, aquel lugar pintoresco que es como mi segunda casa, este fue el primer lugar en donde me trajo el viento cuando pise por primera vez Argentina.

Las parejas de la competencia estan aquí, ya que tomaremos un tren luego de salir de aquí, para llegar al aeropuerto y volar hacia mi tierra, la competencia esta cada vez mas cerca y mi plan para separar a esos dos, no puede fallar.

-¡Ámbar! ¿Podemos hablar? - Preguntó, acercándome cuando veo que el chico que hace pasar por su novio se aleja de ella para hablar con Luna.

Al no escuchar respuesta, solo ese silencio absoluto, hablo de nuevo posicionandome cerca de ella para que le sea imposible ignorarme y me verla a los ojos, sus lindos ojos.

-¡Oh, vamos! -Exclamó -No puedes estar ignorandome- Y sin importar nada, la tomo de la muñeca y la llevo a un lugar donde no se encuentra ninguna persona entrometida.
Ella se queja de mi agarre, pero realmente no me interesa.

-¡Pero en que te has vuelto Simón, eres un cobarde, me lastimas!- Exclama, cuando por fin la suelto, haciendo un drama total al ver en su muñeca la marca de mi agarre.

-¡Por favor! No me hables de cobardías - Digo acercándome a su rostro - Cuando la mayor cobarde eres tu, cobarde es de que dejes de estar conmigo, es dejarme de hablar sin darme una explicación alguna e irte sin avisarme, es que vuelvas con el, sin ni siquiera importarte - Estoy furioso, puedo imaginar mi rostro completamente rojo y mis puños cerrados, golpeo uno de los casilleros que se encuentran a mi lado y pateo algunos patines que se encuentran en el suelo, ella sabe que no le haré nada, pero estoy completamente furioso.

Ella esta en silencio, ella me ha demostrado que tengo la razón.

-¿Que pensabas? - pregunto, acercandome a ella dejándola sin escapatoria, entre la pared y mi cálido cuerpo - ¡Que me ignorarías poco a poco hasta olvidarnos uno del otro! -