C A P I T U L O 2

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Matteo Pov's

A veces, aunque el amor duela es el único que nos mantiene vivos.

Me gusta ella.
Me gusta mirarla cuando esta descuidada.
Me gusta verla cuando esta pensativa.
Me gusta mirarla como si fuera la única en aquel lugar pintoresco.
Me gusta devolverle la mirada cuando me observa.
Con esos ojos claros y estratégicos.
Me gusta mirarla como tonto enamorado.
Pero solo, eso ya que mi cariño no es correspondido.

-Ámbar, amor- Hablaba, golpeando la puerta de su habitación, si hasta aca la seguí.

-No, Matteo, vete con ella- Contesto furiosa del otro lado de la puerta.

-Cariño, ¿Puedes abrir la puerta de una buena vez? Por favor - Dije con un tono dulce, tocando la puerta de nuevo.

-No, no lo haré y dejame en paz Matteo- Grito ella, si que estaba armando un escándalo.

-Que tal si hablamos - Dije, recargando mi espalda en la puerta de su habitación. Al no escuchar respuesta seguí con mis palabras.

-Te quiero a ti, no quiero otros besos, no quiero otros abrazos, no quiero otras conversaciones, no quiero a otras personas, te quiero a ti y a nadie más - Contesté con mi voz entre cortada, yo soy muy débil con ella porque de verdad la amo.

-Pero tú, estabas hablando.. - Contesto con su voz de superioridad.

-No cariño, que parte de yo te quiero a ti, no entiendes - Conteste ya un poco cansado de la situación.

Al escuchar la puerta abrir, rápidamente me levante y fui directo a abrazarla, me encantaba su calor, su aroma, escondí mi cabeza en su cuello, solo quería que me correspondiera, que me abrazara tan fuerte y que nunca, nunca, pero nunca, me deje ir.
Al sentir sus delicados brazos rodeandome, me sentí vivo, un aire de alivio vino a mi.

-Yo te amo, Ámbar, no me dejes ir - Dije mirandola a los ojos, tomando sus manos, viendo sus labios.

Quería tener el valor de besarla, me acerque, y tome la iniciativa, la bese, la tome de la cintura acercandola mas hacia mi, y ella puso sus manos en mi cuello, acortando la distancia, esto me encantaba, el beso, que era tierno, cariñoso, simplemente hermoso. Pero todo se torno de la misma manera al escuchar su teléfono móvil sonar indicando que alguien la estaba llamando. Mis alarmas se activaron y decidí escuchar detrás de la puerta de su baño ya que había entrado ahí, al ver quien la llamaba.

-Hola, cariño...
-No, no, no me puedes llamar Simón.
-El está aquí, nos vemos en el Roller.
-Chau, besos.

¿Cariño?¿Simon?
Pero ella, utilizaba otro tono, uno mas dulce, mas alegre, y eso en verdad me dolió, me senté en la cama.

-Matteo, vamos al Roller, tenemos que ensayar, también tengo que hacer unas cosas pendientes, por cierto, lleva mi bolso- Dijo ella, moviendo su cabello, y caminando fuera de la habitación.

Y aquí vamos de nuevo, salude a algunos empleados, cuando salí de la casa, y fui directo hasta donde se encontraba el auto, y paso lo mismo, siempre ella tomando su celular y hablando con sus amigas de moda y mas chicos.

***

Tenía mis patines puestos, la buscaba desde hace rato, hasta que por fin la encontré en este grande local, pero en un momento  otra vez mi corazón dio un vuelco, estaba sentada, en las piernas de eso maldito guitarrista, dándole pequeños besos en la mejilla, riendo a carcajadas, ¿Que es eso?
Cuando el se fue, decidí acercarme.

-Me puedes explicar que significa esto - Exclame un poco enojado.

-Hay Matteo, sabes que odio las escenitas de celos! - Menciono ella tomando de su bebida.

-Se acabaron tus juegos, Ambar, estoy cansado de siempre caer en tu juego, no se como puedo ser tan estupido- Hable moviendo mis manos.

-Es que lo eres corazón, eres muy estúpido, hablamos luego verdad, voy a buscar a Simon, chau, besos - Dijo bajando de su silla y lanzando besos. Dejándome como un completo idiota.
***

Estaba sentado en unas de las cuantas bancas de aquel parque, mis manos sujetaban mi cabeza, tenía mis ojos llorosos, estaba cansada, pero la amaba.
Sentí como una mano acariciaba mi cabello, la otra se encargaba de hacer pequeños masajes en mi cuello, por un momento pensé que sería ella hasta que encontré la mirada de mi mejor amiga.

-Oh, chico fresa ¿Me quieres contar como te sientes? - Dijo ella utilizando un tono muy dulce.

Levante mi mirada y solo la vi.
Estaba muy mal.

-¿Que te pasa? ¡El chico fresa nunca es asi! - Dijo quitando una larga lagrima de mi mejilla. - ¿Fue muy malo? - Dijo recargando su cabeza en mi.
-No crees, que es momento de poner la cartas sobre la mesa, y abrir los ojos, cada vez son mas las veces que te veo aquí, hay mas personas que te aman, y también se merecen una oportunidad contigo, no pierdas el tiempo con ella - Dijo tomando mis manos.

Ahora, nada de momentos tristes - Dijo aplaudiendo, y riendo.
¿Quieres patinar conmigo? Dijo extendiendo una de sus manos para que la tomará.

El amor es ciego, pero cuando no es sincero, hay que abrir los ojos y tomar la mano indicada.

💎

Besos💓✌

Odio Quererte |Mambar|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora