C A P I T U L O 2 2

878 53 11
                                    

Ámbar Pov's.

Estaba paralizada, sentía que el mundo se detenía en frente mío, que no podía dejar de escuchar lo que se encontraba adelante de mi persona sobre esos dos chicos, estaba en shock : Luna seguía hablando como si Matteo fuera suyo, como una amarga conversación desde mi punto de vista.

—Porque el nunca se rebajaría a alguien como tú — Contesto a su suposición con un tono de indiferencia —

— ¿Ah no? —  Cuestiona la castaña, a lo que yo niego completamente regalándole una de mis mejores sonrisas, tratando de ocultar mi inseguridad —Las velas, la luna, la cena — Comenta ella con una sonrisa, pero logro interrumpir su escaso intento de hacerme caer de nuevo provocando que se asomé una enorme sonrisa en mi rostro por su incredulidad.

— Era mi cena, eso fue un mal entendido que se generó, pero ya está — Menciono totalmente tranquila, pero veo algo es su mirada que no me gusta para nada.

—¿Y las rosas de la plaza? ¿Donde están? Oh, espera no eran para ti — Contesta con ironía mientras esboza una carcajada al mismo tiempo donde toma su bolso.

— Ámbar — Susurra Matteo solo para mí, mientras el toma de mi mano tratando de salir de ahí, pero simplemente no lo dejo y me suelto de su agarre de una manera violenta.

—¿Y la salida? Ah, tampoco era para ti — Comenta mientras se burla de mí, no la dejo continuar por el simple hecho de que no puedo aguantar un minuto mas sin derramar una lágrima. Lo miró por última vez, decepcionada, con mis ojos cristalinos mientras niego, y salgo de ahí chocando apropósito sobre el hombro de ella, destabilizando un poco su equilibrio.

***

Esto no podía estar pasándome.
Tendría esto que ser una pesadilla, es la única explicación coherente.
Me negaba a creer que algo como esta pesadilla me podría estar sucediendo.
La reina de la pista, la chica diez, como alguna vez el me nombró, la mejor en el colegio, el no podría reemplazar a alguien como yo con esa chiquita. Simplemente no lo entendía.

“Todo era tan distinto antes”  — Me repetía en la memoria, una y otra vez mientras daba pasos firmes en camino a un lugar mas solitario, mi habitación, con la frente en alto y tratando de no romper en llanto y tal vez con un corazón roto.

Llegando a la habitación mire a todos lados descubriendo que no había nadie acto seguido, me he sentado sobre la cama, tapando mi cara con amabas manos derramando unas cuantas lágrimas. Este viaje, no ha sido nada bueno desde que empezó.
¿Por qué me hacía esto Matteo? ¿Mis sospechas sobre que todo esto era una simple venganza eran ciertas?

Yo era la mejor.
Yo hacia lo mío y él hacía lo suyo.
Yo estaba aquí, para que todo el mundo cumplieran con mis expectativas no para cumplir las expectativas de él.
Yo era todo para él y para mi era todo ser la mejor....¿En qué momento Matteo se convirtió en todo para mí? y lo mas cuestionado por mi misma... ¿Cómo he dejado que ocurriera?
Si, por casualidad caí en su juego o en el mío mejor dicho, si fue hermoso pero ahora no hay nada que hacer ya.

—¡Ámbar! ¡Ámbar! — Escuche la voz chillona de Jazmín sobre mis pensamientos.

—¿Estas llorando? —Pregunta Delfi mientras se acerca a mí y me lanza una mirada de preocupación.

—No, claro que no, estoy perfecta — Mencionó levantándome de la cama y limpiando algún rastro de lágrimas.

—No tienes que fingir con nosotras, amiga — Habla Jazmín, lanzando una mirada de lastima, algo que simplemente no soporto.

Odio Quererte |Mambar|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora