Cap. 2 Ángel

1.3K 63 13
                                    

Normalmente estoy acostumbra a la incertidumbre de que todas la heridas curadas por mi primo desaparezcan sin dejar rastro, ni siquiera una leve cicatriz.

Cuando me desperté está mañana y fui al baño para lavarme mis dientes, me di cuenta que la gasa de mi mejilla estaba despegada y revelaba que no había rastro de la cortada en mi piel. La única cosa que me hacia pensar que simplemente no lo imaginé es que hay sangre en la gasa.

- ¿Estas mejor? -Fueron las primeras palabras de Thomas al verme entrar en el comedor.

Asiento con la cabeza mientras me siento y Maite me pone frente a mi un plato con huevos y tocino. Ella al igual que Thomas, es rubia, la piel la tiene bronceada, sus ojos de un tono azul hermoso, por supuesto es más alta que yo y es la segunda al mando mientras mis tías o Thomas no están. Y como extra: la mejor cocinera de la casa.

-Hoy es la obra -dijo Maite-. Y como Aurora, tengo que ir a hablar con Rey y Ms. Yan antes de la escuela, por lo que me iré temprano, digan le a Valery que su comida esta en el microondas.

-No te preocupes -dijo Valery-. Ya te oí.

Ayer, ella llego a las doce de la noche de su cita y como solo se cambio, y no se quito el maquillaje... Parecía un zombie.

Su cabello es negro, igual que el mío pero ella lo tiene más brillante, liso y largo, pero ahora estaba como un pajar, sus ojos verdes mar estaban manchados de negro por el rímel, y su cara rosada por el rubor.

- ¡Oh Dios! -Exclamó Thomas con una sonrisa-. ¿Participaste en Walking Dead? Porque no te he visto en ningún capítulo ¿O saldrás en el siguiente?

-Calla -siseó Valery fulminando a Thomas con la mirada-. Llegamos tarde por el lío del trancito.

-Claro, y yo no soy rubio natural -respondió Thomas.

-Bueno, me voy.

Nos despedimos de Maite y seguimos con el desayuno.

-Come. Hoy es la obra y tú también vas a participar.

-Eso hago -le respondí a Thomas, aunque la verdad no tenia hambre.

-Bueno, yo no comeré -dijo Valery sacando su plato del microondas, pero agarando un tocino-. Adelante Thomas, puedes comerte el mío.

-Yumi.

Thomas se comió dos desayunos y luego se fue a bañar dejando me sola en la cocina. Lo que me dio la oportunidad de guardar la comida.

Salí de la cocina después de depositar los platos en el lava vajillas y luego fui a la habitación, hoy tendríamos que preparar las cosas para la obra, y siendo una de las encargadas de la consola de sonidos, tenía que llegar por lo menos diez minutos antes del primer toque de la campana.

Como Thomas es el único varón en la casa, se baña y se cambia en el baño del pasillo, mientras Maite, Valery y yo nos bañamos en el baño del cuarto de la tía Heidi o de la tía Jean.

Saque un jens azul oscuro, una camisa negra y azul, y la ropa interior. Los zapatos me los pondría aquí, al igual que el abrigo.

El baño de la tía Heidi estaba desocupado, por lo que me duche ahí. El agua fría no era una muy buena opción en esta época del año. Así que espere hasta que de tornará tibia y me metí.

Había soñado algo muy extraño. Bueno, más extraño de lo común. No podía sacarlo de mi cabeza...

Estaba parada sobre una gran roca, frente al mar, sentía él impulso de saltar. Y cuando lo hice aparecí en una habitación con varias literas, todas con pilas de edredones y almohadas.

La Hermana de Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora