Cap. 4 Thomas

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Llegue hasta ella segundos después de que cayera al suelo. Su cabeza resulto herida por los pedazos de vidrio que estaban esparcidos por el suelo; la mitad de su camisa estaba llena de sangre, y gracias a la perdida de ella, estaba más pálida de lo normal. La levanté del suelo, y la sitúe en una de las mesas del salón.

-El papá de Nelly viene en camino -susurró Valery empezando a ayudarme, sus ojos estaban rojos, y tenia lágrimas callendo por sus mejillas-. ¿Qué tan grave es?

-Es un corte profundo, al igual que el de la mejilla, pero el del brazo es más grave -dije examinado ambas heridas-. ¡Nelly, necesito un botiquín! Valery, necesito que me escuches -dije tomando una de sus temblorosas manos, levantó su cabeza, sus ojos derramaban más lágrimas-. Valery, necesito que me ayudes, concéntrate.

-Yo no... Yo... No... No... Puedo....

-Valery, ayudame, necesito que laves las heridas.

Asintió levemente. Fue por agua y comenzó por lavar el corte de mejilla, mientras lo hacia, las pequeñas heridas de la cara, las empezaban a sanar a medida que avanzaba. Y lo único que yo podía hacer, era poner presión en la herida del brazo.

- ¡Tengo el botiquín!

-Exelente, gracias -dije cuando Nelly llego a mi lado-. Valery, esta herida no sera fácil de cerrar, necesito que la laves, para poder empezar a tratarla.

Asintió y empezó a mover el agua suavemente; parte de ella empezaba a dejar de seguir sus manos, las cuales seguían temblando, y su respiración estaba irregular.

-Tranquilizate, lo estas haciendo excelente -le dije-. Inhala, exhala.

Su respiración se volvió más regular, y sus manos dejaron de temblar tanto. La herida parecía que no había cambiado como con la de la mejilla y podía ver la decepción en la cara de Valery, al ver que no había podido sanar la herida del brazo.

-Listo.

-Gracias, y no te sientas mal, tú misma me dijiste que no podías curar heridas grandes -le dije sonriendo-. ¿Puedes recoger la sangre del suelo?

-Si.

Le agradecí y empecé a buscar gasas en el botiquín que Nelly trajo, pase la mirada por el salón, Nelly estaba con Maite. Ella todavía tenia los ojos vendados. Respecto a los dos chicos, el que se presentó como Will estaba también con ellas, y el otro, Nico, había desaparecido.

- ¿Co... Cómo esta? -Preguntó Maite.

-La herida se ha inmutado al tratamiento de Valery -dije empezando a colocar la gasa-. Estoy envolviendo el brazo, pero la sangre no para.

- ¿Y... Y ella?

-Sigue inconsciente, no sabría decirte su escala de dolor.

Esperaba que Nelly impidiera que Maite se tratara de comer las uñas, lo que normalmente hace en momentos de gran preocupación. Ella y yo sabíamos que la herida podía ser más grave de lo que aparenta, ya que la hemorragia no paraba y ya habían pasado diez minutos, la lesión es grave, y lo peor es que no sabemos el nivel de dolor que Ángel estaba sintiendo, estos tres factores eran un poco alterantes.

-Ya recogí la sangre, Thomas.

-Gracias, Maite ya puedes quitarte la venda, no hay sangre a la vista.

Maite se retiro la venda de los ojos, susurró algo a Nelly, cuando Maite se acerco a nosotros pude ver que Nelly le estaba diciendo algunas cosas a Will, espero que este haciendo lo que estaba pensando decirle.

-Esta más pálida de lo normal -dijo Maite-. También fría, tenemos que irnos de aquí.

- ¿Qué le murmuraste a Nelly? -le susurró Valery.

La Hermana de Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora