El tercer día...

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Hoy llueve, no saldré de casa, me mojaré. Tendré que soportar otro día sin ese sonido, que aún no entiendo de qué se trata. De dónde viene.

Miro por la ventana y veo como el agua se desliza por ese vidrio frío que fija hacia una calle, por donde no pasa un solo auto. Todo es como lo parece, triste, doloroso, afligido, amargo y lleno de melancolía. Mis ojos solo ven lo que mi corazón siente. Hace mucho tiempo mi vida se llenó de amargura, con la que es tan difícil de convivir.

El invierno coordina perfectamente conmigo.Esta temporadas es triste y sin color. Solo tonos opacos lo cual no tiene significado alguno con el mundo, excepto conmigo.

Aquella melodía que apareció ese día de la nada, como si fuera que me estuvo esperando todo este tiempo para que yo la oyera, me hizo olvidar que el mundo no tiene sentido. Pero hoy, en este día triste en el que las nubes lloran, todo regresó a mi mente, a mi cabeza y me volvió a insistir de nuevo a exigirme que en esta vida todo está destinado a el fin.

Abro la puerta de mi casa en plena lluvia, y me meto bajo el agua, esa agua fría que paraliza mi cuerpo por unos segundos. Miro hacia el cielo y pienso "soy parte de ti" se lo dije a este planeta que algún día querrá que me vaya.

Me siento en el césped y dejo que el agua caiga sobre mí, me quedo empapado, con los ojos cerrados e intento recordar aquel sonido que apareció y que se formó parte de mí. Lo recuerdo, lo siento, lo vivo, y sí lo VIVO como se debe vivir.

Música clásica, el sonido de la vida[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora