Desperté con un solo objetivo, encontrar el destinatario de mi felicidad. Me coloqué mis pantalones y salí de mi casa en busca de respuestas acerca de aquel sonido tan melodioso.
Caminé hacia ese lugar indefinido donde se oía esa hermosa armonía. No la oí. La esperé mucho tiempo. La necesité tanto, que mis pensamientos volvieron a ser los mismos y ya no me agradaban como antes. Ya los odiaba. Odiaba sentir esa soledad, ese dolor, esa tristeza que me hacía compañía todos los días de mi vida.
Aquella música ya no era un entretenimiento para mi mente si no una necesidad para mi corazón. Ahora debía encontrarla, necesitaba hacerlo. Suspiraba cada segundo, cada momento. Miraba hacia un costado y hacia otro, la buscaba...
¿De dónde venía? ¿Quién la hacía? o ¿Qué la hacía? ¿Cómo se llamaba? Tantas preguntas sin respuestas me llenaron de enojo de rabia ¿Por qué? ¿Por qué no está? ¡Quiero saberlo! Aquel día no la escuché ni un solo segundo.
Llegué a casa sin respuestas, y sin amor. Todo en mi mundo, se oscureció de nuevo. El cielo ya no tenía ningún color ya no había ninguna salida.
Miraba por la ventana intentando encontrar algún pasaje secreto para poder buscarla. Pero la oscuridad solo llenó a mis ojos de lágrimas, lloraba porque me encontraba solo. La soledad se encarnece en mí.
Tal vez mañana será, tal vez el día después de mañana o tal vez nunca.
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Música clásica, el sonido de la vida[Editando]
PoetryDescripción, de la vida, con tan solo oír un sonido majestuoso; Música clásica...