Creo que pude sentir mi corazón quebrarse de la misma manera, sin enojo sabiendo que esto me pasa por estar pegada en la pantalla miro al causante de mi dolor punzante en el pecho encontrándome nuevamente con la mirada afilada del trigueño, automáticamente mis ojos toman una forma de frialdad, si cree que no le responderé con la misma moneda está muy equivocado.
-Deberías ver por donde caminas –soltó con arrogancia mirándome desde abajo.
Maldito gigante.
-Tú también tienes ojos o acaso estás ciego –contesté como suelo hacer con Lyric.
Es extraño hablar de la misma manera con otra persona, ahora mismo podría sentirme como un insecto luchando contra una persona por culpa de su altura y su cuerpo que demuestra tener algunos músculos pero creo que sí algo me enseñó ella es en no vacilar en defenderme en ningún momento con la persona que estuviese delante de mí.
-No es mi culpa que seas tan chica para no haberme dado cuenta –mostró una sonrisa de lado algo burlona.
-Entonces comienza a mirar el suelo y no el cielo, maldito gigante, además yo salí más perjudicada así que la que debería de quejarse soy yo.
-Entonces anda observando tu alrededor y no mirando esa pantalla, aunque creo que no lo volverás a ver –me dejó con las palabras en la boca para irse caminando pasando por mi lado derecho.
Soltando un suspiro intentando calmarme a mí misma me agacho tomando el celular, le presiono el botón del medio pero no enciende así que mantengo presionado el botón que lo puede encender pero vi como mi mundo se desmoronaba a mi alrededor al darme cuenta que la pantalla sólo exponía un color blanco, me mantuve allí sin moverme teniendo una insignificante esperanza que apareciese el unicornio nazi montado por un gato como es de costumbre pero aquel color jamás se fue.
Podría decir que mi celular acaba de morir, comencé a caminar totalmente devastada con la cabeza fija en el suelo. No pensé que el golpe haya sido tan fuerte pero al parecer perjudicó más de lo que esperaba, bajé las escaleras hasta llegar al último piso en donde no dude en salir por la puerta e irme detrás del instituto siendo iluminada por la anaranjada luz del sol. Me detuve mirando el patio trasero buscando un lugar desolado hasta que detuve mis ojos en un árbol.
Al llegar al árbol me senté dándoles la espalda a los demás y sentí que podía llorar con libertad sin que nadie se burlara o me cuestionara.
Mágicamente ahora me sentía completamente aislada, la única forma de comunicarme con las verdaderas personas que estuvieron conmigo en mis peores momentos era con aquel aparato, ahora se encontraba muerto, me abracé las piernas apoyando mi frente en las rodillas. Está más que claro que lo perdí todo, aquel objeto tenía en realidad un verdadero sentimiento de felicidad que me subía el ánimo cada día, capaz que no muchas personas me comprendan pero hay veces en que los amigos son los únicos que pueden apoyarte cuando no tienes a nadie en tu familia.
*+*+*+ Patrick +*+*+*
Culpándome de la caída de su celular, ¡ja!, ¿quién se cree? Le ocurre por estar mirando esa pantalla de mierda mientras camina, aunque hay que aceptar que también fue culpa mía, nadie me obligo a estar despistado por estar pensando en Rowan... debería de dejar ese asunto de lado, ella jamás me querría está más que claro pero eso no significa que vaya a rendirme. Tomo mi sudadera que se encuentra encima de la cama para salir de allí, pronto comenzaran a llamar para cenar pero aún falta un poco más de tiempo.
Bajó las escaleras saliendo hacia el bosque en donde acostumbramos a ir a fumar y beber aunque me limito a fumar, tengo buena resistencia pero puedo fiarme demasiado y caer borracho en la dirección.
-Hola –saludo cortante tomando un cigarro directo de la caja.
-Hola –repitieron algunos al unísono.
Saqué el encendedor negro de mi bolsillo encendiendo el cigarro apoyado en un árbol y comenzar a fumar tranquilo, siempre hay silencio aunque hay veces en que...
-Deberías intentar ser simpático con ella –comentó Derek, sabiendo que era para mí.
-No tengo ninguna intención de ser simpático con niñatas –miré al fondo del bosque observando la vegetación.
-Es agradable estar con ella...
-Entonces cásate con ella –molestó Reed burlonamente.
Y empezaron, todos se criticaban como pendejos, mientras estaban concentrados en molestarse aproveché para caminar. Pasaron varios minutos sabía que era hora de cenar pero no tenía hambre para ir así que faltaré, la oscuridad estaba consumiendo el día pero aquello no significaba que me iría corriendo a mi habitación a dormir. Mi mirada se fija en el patio trasero en donde yace una chica con la mirada perdida en el cielo en donde se asomaban algunas estrellas y nubes, es como si tuviese un aura de melancolía.
Al acercarme un poco más pude darme cuenta que era la niña de hace unas horas, creo que debería de irme a joder a otro lado, me comenzara a sacar en cara lo de su celular pero a lo mejor sea divertido discutir con eso, además jamás había sido fastidiado por una muchacha. Sin seguir dudando me encamino hacia ella con el fin de molestarla pero me detengo en seco al ver que con la manga de su camisa se secó debajo de los ojos.
¿Está llorando? No creo que haya sido la impotencia por discutir conmigo porque eso debería de durar tan sólo unos minutos, tampoco puedo pensar que sea por el celular ya que sólo es un objeto aunque sino le hablo no sabré el por qué.
-Vaya que llorona –comenté burlón llamando su atención.
No se exaltó pero sus ojos demostraban tristeza, además con el azul de sus ojos más pena manifestaba. Creo que debo de mantener mi dureza hasta saber... tampoco contestó, den ante me contradijo de inmediato.
-¿Acaso te volviste muda?
-¿Por qué no vas a joder a otro lado? –su voz sonó ardua, algo rasposa.
-Porque eres la única pendeja que llora por estupideces.
Eso la vivificó causando que se levantase con rapidez, pude ver en su reacción una furia tremenda, se acercó a mí levantando la mano lista para darme una cachetada cosa que no esperaba pero la mantuvo en el aire. Sus ojos estaban rojos igual que su nariz, presionó con fuerza su mano formando un puño para después bajarla.
-No sabes lo que dices, ¡no sabes nada para estar cuestionándome! –gritó disgustada para irse alejando de mí.
Pero al rato después pude ver como cayó de rodillas rompiendo en llanto nuevamente, ¿tan importante era eso para ella? Pude sentirme un completo idiota por molestarla con algo tan delicado, cuando la vi pude darme cuenta de su fuerte carácter así que no es nada una voluntad de ella estar llorando de esa manera tan lastimosa.