¿ Desesperada ?

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el silencio opaco el cuarto, la cara tensa y árida de Maria me hizo suponer que no quería arriesgarse a esto junto a mi, no estaba lista, no me quería lo suficiente, no confiaba en mi lo suficiente - como confiar en un joven que hace horas acabas de conocer y te propone tales cosas - mínimo por su mente estaría pasando la idea de que solo lo estoy haciendo por lastima pero en verdad me nacía decirlo realmente quería escaparme junto a ella, quería huir y hacer una vida alejada de la cotidianidad, junto a ella, era algo un poco loco pero sincero y ciertamente real.

- No te creo, asintió seca y fríamente.

- Debes de confiar en mi, respondí rápidamente.

- No volveré a confiar en nadie jamas, rectifico lo que había dicho antes, con la misma apatía e insensibilidad

- No te conviertas en quien te hirió, dije manifestando mi descontento.

- ¿ por que escoges el camino mas difícil ? asintió.

- y tu ¿ por que asumes que tengo dos caminos entre los que elegir ? dije frunciendo el ceño

- tu no sabes nada.

- deseo saberlo todo, dije

- no deseo contarte nada, me confronto rabiosa mientras me habría la puerta.

- pero Maria, respondí al ver que me abría la puerta.

- pero nada, estaré bien, te lo prometo, pero dame tiempo. asintió mientras se acercaba a mi

- ¿ te da miedo ? pregunte antes de que llegase a mi

- me asustan muchas cosas, perderme y de paso perderte a ti, me da miedo que esto que sentimos desaparezca tan rápido como comenzó, me da miedo que esta historia también se termine sin haber comenzado. sollozó mientras sus hermosos ojos miel se cristalizaban y emanaban desconsoladas lagrimas de soledad.

- tan largo es tu recuerdo que aun sigue acá, atormentándote, atormentándome, atormentándonos. susurre mientras me acerque a ella y la abrace.

- con el tiempo hay que aprender a volar con las alas rotas mi niño, dijo mientras sus lagrimas caían en mis hombros,- su piel era tan tenue, cuando estaba junto a ella me sentía completamente extasiado y feliz, me sentía lleno, ella pronto se convertiría en mi todo, estaba completamente ilusionado.

- mi niño ni siquiera se tu nombre y mira como me tienes, tu llegaste en el momento preciso en el momento que menos te buscaba pero mas te necesitaba, vi en tus ojos algo que hace mucho no veía, sentí algo diferente contigo, podría apostar que contigo en algún momento podría ser feliz, pero no puedo hacerte esto no puedo involucrarte en problemas gracias a mi, no puedo dejar que te sigas ilusionando y planeando un futuro junto a mi, tu tienes metas, propósitos en la vida, yo no soy uno de ellos así que hazte y hazme el gran favor de salir ya por esa puerta y no volver a buscarme, pero antes abrázame fuerte y besame como solo tu lo sabes hacer. susurro en mi oído, mientras mi piel se erizaba y sentía como se desmoronaba mi corazón.

-Maria pero por que.

- es por tu bien.

- mi estabilidad y felicidad se muy bien que esta junto a ti, junto a la mujer que quiero, junto a la mujer que plenamente me tiene solo para ella, tu no me hables de futuro, de metas o propósitos, mi único propósito es largarme de aquí contigo y hacerte feliz de paso ser feliz, que estemos juntos y que nadie, ni hoy, ni mañana, ni nunca nos separe. respondí mientras mordía sus mejillas y me acercaba a besarla.

cuando sentí que nuestros labios hicieron contacto, nos hundiamos en un profundo y perfecto beso, mi piel se ruborizo me perdí por completo en el dulce sabor de sus tiernos y tibios labios deje de utilizar los labios para darle parte al corazon, cuanto quería que el tiempo se detuviera y morir ahí en ese vinculo que sosteníamos. con mis manos le acaricie levemente su sexo, ella apenas sintió el roce me mordió y dio un leve ruñido, mi sangre se comenzaba a hervir y la dirigí hacia la cama, deseaba hacerla mía, tenia ganas de meter todo lo que sentía dentro de ella, deseaba poseerla, desencadenar todo este fuego que corría por mis adentros, entre esos vaivenes, llenos de gemidos sin pausa pasión desenfrenada entre caricias y besos, nuestras manos entrelazadas y sus susurros en mi oído " entra en mi infierno, entra en mi infierno y hazme arder, hazme tuya por primera vez en mi vida hazme el amor, deseo que metas todo tu pene dentro de mi infierno para inundarme de contracciones que masajearan tu miembro y te harán gruñir, dame un gran orgasmo, hierve en mi infierno mi niño, yo soy tuya y tu eres mio, no te olvides que yo soy tu dueña, colma mi sed de sincero placer "

y no falto que ella termina de decir eso cuando yo ya estaba encima de ella penetrandola y haciéndola mía como si no hubiese mañana, ella enterraba sus uñas en mi espalda, mientras mis movimientos se hacían mas rápidos. mis labios no se desprendian de su cuello, ella gemia incontrolablemente mientras mis caderas no dejaban de moverse.

Coño !! gruñi mientras salia de ella, Mujer eres deliciosa y perfecta por donde te mire, le azote el trasero y senti su gemido, de ahora en adelante seras solo mia Maria, entendido, dije mientras posicionaba mi pene en su entrada, entendido mujer.

entendido mi niño, dijo levantando su cola y pegándola a mi pene.

- ¿ desesperada ?, dije entre risas

- excitada que es otra cosa, respondió escuche sus risas las cuales se convirtieron en fuertes gruñidos cuando comencé a embestirla fuertemente.

sus gemidos se hicieron mas intensos, mientras yo colaba mis manos en cada lado de su cabeza apoyándome para que mis envestidas fuesen mas fuertes.

- Mmm....escuchamos unas voz en el fondo

muchacho se acabo su tiempo ya se cierra este lugar,

niña vístete que nos vamos y que sea rápido.

coño era la voz maldita de esa puta y chandosa vieja cuanto me repugnaba escucharla.

antes de que se levantase, susurro a mi oido.

- Aun deseo seguir hirviendo en tu infierno, me debes un orgasmo y una vida juntos. Recuerdalo siempre.

Mojame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora