Narra Natalia.
James y yo nos acabábamos de besar... ¡Como fue que paso esto!, James es solo mi amigo... ¿verdad?, pero si es mi amigo ¡¿por qué me beso?!... no sé que es peor, el que me allá besado o que yo le sigo mirando como una boba enamorada... Carolina tenía razón el amor es un bug en el sistema central del cerebro.
-y-yo... – trate de decir algo y solo salió un balbuceo.
No sabía que decir en ese momento... ¿qué le diría? Lo mucho que me gustan sus ojos cuando brillan al ver algo que le gusta, lo linda que es su sonrisa o lo tierno que se ve cuando se sonroja... ya estoy pensando boberías... él es mi amigo... pero... ¡no!, el es solo mi amigo y nada más.
-Natalia tú... – le interrumpí.
-M-me tengo que ir – dije mientras comenzaba a guardar mis cosas.
-Si quieres te acompaño – propuso James.
-Eh... no, yo puedo ir sola, además... te deben de estar esperando – dije mientras me levantaba.
-Nati por mí no hay problema en acompañarte – dijo con una sonrisa y una tranquilidad increíble, como si no me hubiera besado hace solo unos minutos.
-Ok – dije ya rendida – eres muy terco – murmure mas para mí que para él.
-No lo soy – dijo mientras caminábamos.
-Si lo eres, cuando tienes una idea en la mente... es más fácil cortarte la cabeza que sacar esa idea – dije, aunque tardo un poco en entenderlo.
-Mi corazón... – dijo dramatizando que se le había roto el corazón por mis palabras.
Luego de unas risas por ambos se formo un silencio, seguíamos caminando, y yo no quería ni dirigirle la palabra, me sentía rara al saber lo que había paso hace unos minutos... lo miraba y el no mostraba rastro de nerviosismo o de frustración, al contrario el estaba tranquilo y sereno... no entiendo cómo puede estar tan tranquilo y yo tan nerviosa... no es justo.
Faltaban tres cuadras para llegar a mi casa y seguíamos sin dirigirnos la palabra, se siente tan extraño que la persona que antes no querías que se fuera y estuviera hablando por horas contigo; no fueras capaz de mirarle a los ojos o dirigirle la palabra, James pareció notar que yo estaba nerviosa ya que voltio a mirarme y me sonrió.
-Nati yo... – le interrumpí, suponía lo que diría y yo no quería escucharlo.
-¿Cómo esta Camila? – le pregunte.
-Bien, pero no cambies de tema tengo algo que decirte – dijo con una voz tranquila.
-Llegamos – dije antes de que comenzara a hablar, tome mis llaves y empecé a abrir la puerta – adiós.
-Adiós – dijo y me abrazo e instintivamente le correspondí – cuídate, te quiero.
Dejo de abrazarme y comenzó a caminar, yo solo lo vi alejarse... espera... me dijo "Te quiero"... esto no está bien, el siempre dice eso... pero esta vez lo dijo de manera distinta, entre en mi casa y en la sala estaban mis padres hablando y escuchando música.
-Ya volví – dije mientras colgaba mis llaves.
-¿Cómo te sientes? – pregunto mi madre.
-Bien – respondí.
Fui a la cocina y me serví un vaso de agua, me senté y comencé a ver si había algo dulce que comer, una vez visualice el paquete de galletas lo tome y me fui a mi habitación, tome mi laptop y le di a reproducir música de forma aleatoria, pero como mi laptop me conoce muy bien comenzó a sonar "Day Of Liberation", y sinceramente lo necesitaba, necesitaba escuchar música para relajarme, pero por mi mente pasaba una y otra vez el recuerdo del beso... yo... no creo que haya sido malo... todo lo contrario me gusto... y ese es el problema.

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Amor Esmeralda
Short StoryEsta es la historia de James un chico de 16 años, cuando su vida cambia después de un suceso inesperado. Este se ve amenazado por una persona que le envía mensajes este trata de averiguar quién es esa persona. Poniendo su cordura y su vida en peligr...