Mía.

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Desperté, podía sentir el calor que emanaba tú cuerpo, junto al mío, al abrir los ojos, pude ver que tú estabas acostada, boca abajo, tu mejilla reposaba sobre la almohada, tu cabello despeinado, el color canela de tu piel, la manera en que respiras, dioses, eres tan hermosa, así, simplemente en una mañana. Sonreí, está mujer es hermosa, joder, esa mujer es mía, desde tus ojos color café, hasta el último lunar, me había entregado todo de ella, me perdí en mis pensamientos, hasta que vi que despertabas, abriste los ojos lentamente, y me perdí, simplemente lo hice, sonreiste, y juro que eramos los únicos en la tierra, ahí lo supe, estaba completamente perdido en ti.

Un alma pérdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora