Historias cortas❤️

Rey malvado , corazón domado

Cuenta la historia que hace mucho mucho tiempo, existía un rey bastante joven, pero debido al gran poder absoluto que tenía, poco a poco se volvio cruel y despiadado encerrando en una jaula su corazón, no le importaba nada ni nadie, le daba igual el sufrimiento de su gente, solo le importaba el y nada mas que el.

Con el tiempo su ambición por querer tener mas y mas llego muy alto y empezó por conquistar pequeñas áreas cercanas a el, pero conforme iba creciendo, quería más mucho más, habiendo conquistado la mayor parte de su cercanía, decidió ir a por algo un poco más grande.

Y fue así que un día le declaró la guerra a otro Reino, era más grande que lo que recientemente había conquistado, pero aún así seguía siendo más pequeño, y militarmente era muy inferior ante el del rey malvado, por eso no tuvieron mas remedio que llegar a un acuerdo político, para tratar de que no hubiera derramamiento de sangre, llegaron a un acuerdo y el rey pidió a la princesa de su reino a cambio de paz.

El rey pidió a la princesa de ese reino, no porque le interesará, si no porque según varios rumores la princesa era muy bella, y de esa forma podría preñarla cuando decidiera tener herederos y asi tendría un mejor linaje su decendencia.

Pasaron los días y la guerra finalmente cesó, la princesa fue llevada ante el rey malvado, y fue ahí donde se conocieron, el rey quedo maravillado pues vaya que era hermosa, y con una sonrisa cautivadora, no obstante; eso a el no le importaba mucho pues a el no le importaba el amor, siguió igual con su actitud y la trato como si de un objeto se tratara, pues a final de cuentas el solo la ocupaba para cuando decidiera seguir su linaje, optó por encerrarla en una habitación. Por días, solo tenia compañía de las sirvientas con quienes pláticaba ala hora que le atendían.

La habitación en la que se encontraba tampoco era como una prisión, de echo era bastante cómoda, pues era uno de los cuartos más grandes del castillo, pintado de un color rosa tenue, pues se le permitió decorarle como quisiera, dentro se encontraba una inmensa cama, rodeada de unas cortinas apenas transparentes, y lo que almenos más le gustaba a la princesa del cuarto era la vista,una hermosa vista pues contaba con una terraza adornada con flores y una pequeña silla, para observar el hermoso paisaje verde que se encontraba más adelante.

Con el paso del tiempo ella empezó a ganarse la confianza del rey y asi tener más privilegios pues no había presentando rebelión ante el rey. Ya se le permitía andar por el castillo así como sus alrededores sin problema alguno , siempre y cuando no intentará escapar.

Un día mientras caminaba por los angostos pasillos, vislumbro por una ventana del castillo un pequeño jardín que se encontraba atrás del castillo, decidió explorarlo y se dirigió hacia el.
Al llegar encontró lo que parecía ser un pequeño kiosko, se veía realmente hermoso, el suelo era completamente de pasto y flores muy bonitas, y dentro solo alcanzaban unos pequeños rayos de solque daban justo en el centro del lugar, aparte de eso los cantos de los pájaros era lo único que se escuchaba, lo que lo hacía muy tranquilizador, se metió para intentar observar sus adentros, y se sorprendió al encontrar ahí al rey dormido, el se encontraba durmiendo en medio del kiosko sobre el pasto, al acercarse la princesa , se quedo sorprendida, pues el rey estaba sonriendo mientras dormía , nunca desde que había llegado al castillo, lo vio siquiera mostrar una sonrisa.

- Ojalá siempre sonrieras así, tienes una hermosa sonrisa-. Dijo sentándose aún lado de el mientras lo miraba dormir.

Días más tarde, el rey estaba algo consternado, no podía sacar de su cabeza eso que la princesa le dijo, mientras lo creía dormido, pues el al sentir la presencia de alguien despertó más no se levantó.

Desde ese día la princesa se acercaba más a el y le preguntaba cosas por mas insignificantes que fueran, estaba tratando de saber más de el, el consternado no sabía que pensar, pero de algo si estaba seguro, eso empezaba a agradarle y en su interior algo estaba cambiando, aun así el no lo iba aceptar, no podía demostrar más debilidad, pues eso era algo que no podía permitirse si quería dominar a los demás reinos.