You Can Fly Away. (Killua Zoldyck)

capitulo doce

POV. Akira
Gon, Killua y Fumiko habían vuelto a salir, yo me quedé nuevamente en casa y una vez que estuve segura de que estaban lejos abrí la caja que me había llegado el día anterior mientras ellos nuevamente estaban afuera, adentro había un sobre, y tenía una notita que me apresure a leer

Hola, Akira
Ha pasado mucho tiempo desde que no hablo contigo... ¿como has estado? Espero de todo corazón que estés bien en todos los aspectos, sé que se  acerca  la fecha de tu cumpleaños y también sé que desde acá no te puedo dar un abrazo, pero si puedo darte algo que sé que te encantará, estas fotos son tuyas cuando aun usabas pañales... Sé que te gustaría tener esta foto

¡Te quiere, Misaki!

Al terminar de leer me apresuré y saqué las fotografías que habían en el paquete, ahí estaban mis padres...

Sentí como las lágrimas caían por mi rostro al ver nuevente a mis padres, los extrañaba mucho... Antes de que mi padre se volviera frío conmigo y me pusiera a entrenar que fue  cuando yo empezaba a tomar uso de conciencia, recuerdo que a toda la aldea le extraño que el fuera frío conmigo, solían decir que él y mí madre me querían mucho, que ellos siempre estaban conmigo y que ni siquiera a la hora de dormir me dejaban sola... Cuando mi padre se volvió indiferente mi madre también quiso hacerlo, pero solo me regalaba sonrisas tímidas y se iba a con papá. Extrañaba todo de ellos... Incluso sus entrenamientos...
Yo ya no quería ser la niña que todos pisoteaban, quería ser fuerte quería cambiar, no quería ser la niña a la que Fumiko le había quitado el amor de su vida, no quería nada de eso.
Esa tristeza enorme que sentí, se transformó en decisión y enfado, no podía dejar de pensar en Killua ¿es que acaso ese beso no se había significado nada? Corrí hacia una estantería y tome unas tigeras, amarré mi cabello en una coleta y después corte esta.
Quería ser una versión mejor de mi misma pero para eso tenía que cambiar. Tome el mechón de coleta que había cortado y lo boté a la basura.
Después mi mirada volvío a caer en las fotografías, me senté al borde de la cama y me volví a ver las fotos, otra vez las lágrimas volvían a caer por mi rostro,  recordé el día en que Killua me había consolado mientras lloraba y recordé nuestro primer beso ese mismo día... Él ya no estaba aquí... Él ya no vendría a consolarme, ni tampoco mi abuelo, él siempre me daba los consejos que yo necesitaba... Mi abuelo... Aunque el señor Misaki no me había mandado fotos de él yo no necesitaba una ya me sabía de memoria cada una de sus facciones, cada una de sus expresiones y de sus gestos...