Tan solo quiero ayudarte

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Capítulo 1:

¿Qué cómo empezó todo? Pues es difícil explicarlo... todo es un poco confuso...Recuerdo que casi era de noche y caminaba de vuelta a casa, cansado de un largo día en la oficina escuchando los gritos y los estúpidos problemas de mi jefe mientras fingía que me importaban... El camino a casa era largo, pero no tenía otra opción, mi padre había enfermado esa semana ylas medicinas eran algo caras, por lo que me había quedado sin dinero para el autobús.

Las sombras iban ganando terreno mientras el sol se ocultaba a mis espaldas, caminaba cabizbajo, agotado y con las manos dentro de los bolsillos, pensando qué hacer con mi vida, como salir adelante, si me ganara la lotería y todo ese montón de basura que se piensa cuando se tiene algún sueño o alguna meta por cumplir; la mía no era muy ambiciosa, tener un negocio y casa propia y poder independizarme, trabajar para mí mismo y no para algún tarado que me obligara a escucharlo por un sueldo de hambre...
Faltaban poco menos de 5 minutos para llegar a mi casa cuando un escalofrío recorrió mi cuerpo, esa fue la primera vez que lo escuché. Un débil susurro, apenas perceptible pero que logré entender muy bien: -"Tengo lo que necesitas..."- pensé que el stress me estaba jugando una mala broma y continué mi camino, no había caminado ni 10 pasos cuando de nuevo lo escuché: -"No tengas miedo, solo quiero ser tu amigo..."- de nuevo el escalofrío recorrió mi cuerpo, no quise volver a ver hacia atrás, tan solo eché a correr como mis cansadas piernas me lo permitían, tratando de escapar de lo que fuera que me estaba atormentando, pensando que al llegar a casa estaría a salvo...
-Estás un poco pálido- me dijo mi madre al llegar a micasa, mientras servía mi comida en la mesa y llenaba de café la enorme taza que papá solía utilizar. No quise contestarle mucho, temía que si le contaba se fuera a reír o imaginara que estaba loco, o peor aún, que me siguiera reclamando que trabajaba demasiadas horas y descansaba muy poco, pero no podía hacer otra cosa, papá había estado muy enfermo y el dinero que mamá ganaba cosiendo no era suficiente para cubrir los gastos de la casa, por lo que había pedido algunas horas extra y comenzaba mi jornada en la madrugada. Terminé de cenar y me dispuse a darme una ducha. Era el único momento durante el día en al cual podía relajarme y pensar bien las cosas mientras me acostaba en la larga tina, era mi único momento a solas, o al menos eso era lo que pensaba.
"Tengo todo lo que necesitas, no te asustes, solo quiero ayudarte y ser tu amigo" me levanté en el acto, mientras mi corazón latía desesperadamente, ¿había sido solo un sueño? Tenía que ser solo un sueño!!! Salí de la tina de prisa y comencé a vestirme, sin verme al espejo por el temor aencontrar algo siniestro en el reflejo. Me lavé los dientes y me fui directo a la cama. Horas pasaron y no lograba conciliar el sueño, me sentía agotado, pero no quería escuchar de nuevo esa horrible voz en mi cabeza, el estar trabajando tantas horas debía estarme afectando, sí, eso tenía que ser, solo debía descansar y todo volvería a ser como antes.

Capítulo 2:
El ruido del despertador me indicaba que era hora de levantarme y prepararme para mi jornada laboral. Me metí al baño mientras mamá preparaba el desayuno, casi había olvidado por completo el asunto de la noche anterior, a pesar de no haber dormido mucho me sentía descansado, desayuné y salí temprano hacia el trabajo. Aún estaba oscuro cuando llegué a la oficina, así que encendí las luces y comencé mi trabajo, habían pasado escasos 25 minutos cuando lo escuché de nuevo, esta vez mucho más claro:- "Vamos, solo quiero ser tu amigo". –No sé quién eres, pero no me interesa ser tu amigo, así que ya de una buena vez, déjame en paz!!!, le dije. –"No te molestaré más, pero me mantendré cerca, por si en algún momento necesitas mi ayuda" por fin la voz cesó y aunque algo inquieto, pude continuar mi trabajo.
Varios días pasaron y todo iba con normalidad, mi jefe tuvo que salir dos semanas a una gira y en la oficina se respiraba un ambiente de paz. Pasaron un memo donde anunciaban un importante ascenso a quien lograra encontrar una solución a un problema de productividad de la empresa. Un ascenso de ese tipo solucionaría gran parte de los problemas financieros de la familia, pero no tenía mucho conocimiento del tema así que no le di mucha importancia. Después del almuerzo, mientras lavaba mis dientes, lo escuché de nuevo... "Yo te puedo ayudar, sé cómo conseguirte ese ascenso, vamos, solo quiero ser tu amigo, si no lo consigues, te dejaré en paz, lo prometo..." Lo pensé un momento y la verdad no tenía nada que perder, al fin y al cabo si lograba ayudarme me beneficiaría mucho y si no lo conseguía, al menos me dejaría en paz... Ese fue el primero de una serie de errores...
Está bien, acepto, quiero ver que tienes que ofrecerme, ayúdame a conseguir ese puesto y podremos ser amigos, le dije. Sentí una extraña sensación recorrer todo mi cuerpo, como si se llenara de una extraña energía, segundos después escuché su voz, pero esta vez venía desde mi interior y me dijo: "solo repite lo que te voy a decir y el puesto es tuyo, créeme llevo más de 6 mil años en este mundo, yo sé de lo que te estoy hablando..." ¿Seis mil años? Tenía que estar bromeando, y si no era así, ¿con quién o qué diablos acababa de hacer un trato? Era muy tarde para arrepentimientos así que me dirigí a la oficina del gerente y pedí a la secretaria hablar con él, me sudaban las manos, nunca le había hablado y no tenía ni idea de lo que iba a decir, había confiado ciegamente en lo que este extraño ser me había dicho y en ese momento me sentía realmente estúpido.

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