Capítulo III

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Estaba tumbado, mirando hacia el techo, pensando en todo...Y en nada. Había amanecido hacía un par de minutos y me encontraba solo. Cerré los ojos, intentaba dejar la mente en blanco para seguir durmiendo un poco más, pues a esta hora de la mañana no solía hacer nada y era muy temprano. Me concentraba, comencé a relajarme, mi respiración era lenta y suave, ya casi lo conseguía pero, justo en ese momento, recordé su rostro, sus ojos, su sonrisa, su pelo...Aquella chica me tenía loco. 

Habían pasado 7 años desde aquel día en Noxus, aquel día en el que Talon decidió quedarse con su ciudad antes que con Ahri, aquel día en el que decidió matarla si volvía. Nunca le perdonaré. Cuando vi a Ahri por primera vez y supe que estaba con él, quedé destruido. No se que sucedió en el instante en que la vi, pero, me cautivó. Envidiaba a Talon, haber encontrado a una chica así...Para mi hubiera sido imposible.

Desde la última vez que nos vimos, todos pasamos página. De Miss Fortune, no se nada, creo que consiguió derrotar a Gangplank y se hizo reina de Aguas Estancadas (cosas de cazarrecompensas, supongo). Leona, bueno, volvió a su hogar, aunque de vez en cuando nos visita. Sobre Katarina...Ni idea. De Talon, menos. Y en cuanto a Ahri y a mi...Ella olvidó a Talon, no recuerda ni quien era, ni los sentimientos que tuvo hacia él. Yo me quedé a su lado, decidí no abandonarla y estar junto a ella. Ambos nos fuimos a vivir a Jonia, donde seguimos a día de hoy. Nuestra relación, es algo extraña, como decirlo...Somos 'amigos con derecho a roce', creo que lo llamaban así. Pero, por más que lo intento, no dejo de pensar en que algún día, le diré todo lo que siento por ella.

El sonido de la puerta abriéndose lentamente me despertó de mis pensamientos, me levanté y fui a ver quien era. Obviamente era Ahri, pero me sorprendía que no estuviera acostada. Me apoyé en el marco de la puerta del salón. Observaba como entraba despacio, se movía poco a poco y cuando terminó de cerrar la puerta, comenzó a andar, de tal manera que hacia el más mínimo ruido posible. Una vez se percató de que estaba allí, sonrío, algo nerviosa.

- M-Malzahar...¿No...Estabas dormido?

- No.

- Que...Madrugador...

- Por lo que veo tu también.

- Es que...Yo...He ido a...- dijo hablando cada vez más bajo.

- ¿Has ido?

- A por el desayuno, ¿a por qué si no?

- ¿Segura? - comencé a caminar hacia donde estaba.

Una vez a su altura, la agarré por la cintura y la acerqué a mi. Mi mirada se fijó en ella y una vez más me sumergí en mis pensamientos. Ahri, suspiró y me abrazó, hundiendo su cabeza en mi pecho, moviéndose suavemente hacia los lados. Hice igual que ella y la abracé.

- Malzahar...

- ¿Qué pasa?

- Yo...Tengo sueño - dijo mientras se quedaba dormida.

Sonreí al verla así, la cogí en brazos, la llevé a la habitación, la tumbé suavemente y cuando ya estaba en la cama se movió para encontrar una posición en la que estar cómoda y yo la observé con una leve sonrisa en la cara. La miraba de arriba a abajo pero algo me llamó la atención. Había algo en la parte baja de su vestido, me acerqué más y fui a tocarlo pero Ahri hizo un movimiento cambiando de posición, quité la mano rápidamente para no tocarla y despertarla. Miré algo extrañado pero lo deje pasar, tal vez sería una mancha.

Decidí salir para despejarme, ya que estaba recién levantado y así también dejar a Ahri descansar mejor. Me puse la capucha, el pañuelo y solo dejé mis ojos visibles, lo de siempre. Caminaba, pasé el puente y seguí por el muro que separa el río. Me subí en él y al dar un par de pasos levitaba o daba alguna voltereta. Continué caminando y llegué a las escaleras que había al lado de la cascada, las bajé llegando así a los pies de la catarata. La miré asombrado, era realmente espectacular. Un poco perdido en mis sueños, noté algo subiendo desde mi pierna. Eran unas enredaderas que crecían hasta la cintura, dejándome inmovilizado.

- Jajaja...- reía una voz femenina.

- Vaya Zyra, reconozco que sabes capturar a los mejores - dijo otra mujer.

- Y no lo dudes Cassio.

Cuando las dos chicas se dejaron ver, una era una especie de planta andante y la otra era mitad serpiente, vamos, lo típico que ve uno todos los días. Al llegar a donde estaba, una se quedó delante de mi, acariciándome la cara mientras que la otra daba vueltas a mi alrededor observándome.

- Si quito todo lo que cubre tu rostro...Seguro que queda un chico muy atractivo - dijo la mitad serpiente con un tono seductor o eso se creía la pobre.  

- Pues vamos a comprobarlo - comentó la otra mientras me quitaba la capucha y el pañuelo a la vez.

- Vaya...- pronunciaron a la vez.

- Estaba en lo cierto.

- Reconozco que si Cassiopeia.

- Esperad un momento - dije algo acojonado - ¿¡Voy a ser violado por una planta y una serpiente!? No jodáis. Aún le tengo aprecio a mi dignidad.

 - ¿¡Qué nos has llamado!? - gritaron a la vez.

- A ver...Sin ofender...Pero no se si os tengo miedo o asco.

- ¡Se acabó! - intentaron atacarme.

- ¡Un momento! - grité para pararlas por un tiempo - ¿Veis aquí? - les enseñe mi mano.

- ¿Qué pasa?

- Observad...- comencé a moverla para invocar a uno de mis pequeños 'entes de vacío' o como me gusta llamarlos: Voidlings.

- Oh...Que cosita...- dijeron las dos (que manía de hablar a la vez)

- Ataca.

Tras aquella palabra , mi pequeño Voidling se lanzó a la cara de una de ellas a lo que comenzó a gritar lo típico de ''¡Quitamelo! ¡Quitamelo!''. Yo aproveche la distracción y con mi navaja me desaté de las enredaderas y me fui de allí cagando leches. 

- Que tías más raras - pensé aliviado - Al menos no me han violado.

Perfect Liar (2º Temporada 'Y De Repente Tú')- League of Legends FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora