BROOK & JAZ: CROSSOVER

CORAZÓN LATE FUERTE

CORAZÓN LATE FUERTE

La clase de guitarra era el oasis para Jazmín, en ese lugar y en ese momento, se abstraía de todo y de-jaba a su alma aventurera volar, ni siquiera Felipe o Ricardo, otro compañero de clase de guitarra que le gustaba conseguía distraer su atencion de los acordes de su "REDSOUL" como había bautizado a su guitarra "Ibañez semiacústica", debido a que era roja (red) y alma (soul).

Ese día no fue la excepción, a pesar, de que Felipe por primera vez le había propuesto ir juntos a la cla-se o de que Ricardo le había dicho que le gustaba como le quedaba el mechón rosa que se había teñi-do en su cabello rubio.

Al terminar la clase, todo lo que la rodeaba volvió a tomar vida, ahí estaban sus profesores y su com-pañeros, todo volvía a la normalidad y la jaula de cristal en la que solo existían ella, la música y la gui-tarra se había cerrado hasta la próxima clase.

Mientras guardaba a "REDSOUL" en su bolsa, Ricardo Álvarez Ferrari se acercó y a ella las pulsaciones se le avivaron, ese joven le atraía desde el primer dia que entró en la academia de música.

- Hola, Jaz...- saludó el muchacho- Ricardo era alto, rubio, ojos grisáceos, de cabello lacio y largo has-ta la nuca.

- Hola, Ricky, ¿qué tal?

- Bien, bien y ¿a tí como te fue?

- ¿cómo me fue en qué? - preguntó extrañada.

- En la prueba de hoy de la facu, el otro día estabas preocupada por eso.

- Oh, si cierto! Bien, por suerte bien, no pensé que te ibas a acordar. - dijo aún sorprendida.

- Si, me acordé porque tú no sueles estar preocupada muy seguido y el otro día estabas muy seria, callada...entonces, quise saber como te había ido.

- Gracias, por preocuparte, te parece si vamos saliendo.

- Si, si me parece bien. - salieron del salón de música y caminaron por pasillo largo que daba a una es-calera, descendieron y al llegar al piso inferior caminaron un trecho hasta la puerta de salida de la vie-ja construcción del instituto.

- ¿Tienes algo importante que hacer? - preguntó Ricardo, tomándola otra vez por sorpresa.

- No, la verdad que no, después de la clase suelo regresar a casa, por?

- Bueno, porque si es así, me gustaría invitarte a tomar o comer algo.

-ohhh, buenooo....- esto esta sucediéndome en verdad ,pensó Jazmín.

- Si, no tienes ganas me dices y está todo bien - se adelantó él, malinterpretando la reacción de Jazmín.

- Si, si quiero, creo que no fue clara...solo que me tomas por sorpresa - dijo algo nerviosa. ¡Calmate, Jazmín!

- Oh, está buenísimo entonces, ¿a donde te gustaría ir? - preguntó el.

- Bueno, no sé, no vivo en la Capital y no conozco muchos sitios de esta zona.

- Yo sí, conozco varios.

- Entonces, guíanos tu.- ofreció ella.

- ¿Tomamos un taxi o llamo a un remise? - preguntó el.

- No es necesario,  yo tengo mi auto en un valet parking acá unas cuadras.

- Perfecto, entonces, vamos en tu auto. - sonrió apreciativamente Ricardo.

Caminaron las cuadras que los separaban del valet parking, mientras charlaban de distintas cosas, de la universidad de ella o del trabajo de él, entre otras cosas, al llegar a la dirección a la que se dirigía in-gresaron en el valet parking y Jazmín se encaminó hacia su chevrolet cruze, Ricardo la siguió y se de-tuvieron a la altura del auto, ella lo rodeó para subirse al volante y desactivó la alarma para que no se encendiera, Ricardo subió del lado del acompañante, se colocó el cinturón de seguridad - chico pre-cavido, pensó ella - ella introdujo la llave en el switch y encendió el auto, salió del estaciona-miento hacia el destino que Ricardo le indicaba.