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¡¿Qué cabrones?!

-¿___?, ¿sigues ahí?

Continuaba la llamada pero yo no era capaz de articular palabra alguna.

- ¿Estás jugando, cierto?

- No... -gruñó. -Oye, Alonso ya viene, nos vemos en casa, bye.-Y cortó la llamada el desgraciado.

-Estúpido. -Murmuré para mí misma mientras miraba la pantalla de mi celular.

Seguimos unas cuantas horas más en el parque y yo, sinceramente, estaba muriendo, no soportaba estar rodeada de tanta gente.
Después de un rato Braulio se notaba cansado, en cambio, los gemelos aún estaban muy hiperactivos. Me ofrecí a volver a casa antes con el pequeño Braulio, nuestra madres aceptaron, tomé a Braulio de su manita y caminamos hacia la salida. Ya fuera del parque nos dirigimos al estacionamiento, cada familia llevaba su propio auto así que yo me iría en el de mi madre, y ella y Adael... ¡Bah!, en otro regresarían. Quité el seguro al coche y abrí la puerta de atrás para que Braulio subiera, subió y cerré la puerta para después tomar yo el lugar del piloto. Estaba por encender el coche cuando escucho unos golpecitos en la ventanilla del copiloto, di un pequeño saltito en mi asiento y volteé a ver la ventanilla. Me relajé en cuanto de di cuenta de que sólo se trataba de Diego. Diego y Braulio soltaron una pequeña risita por mi reacción, bufé y bajé la ventanilla.

-¿Puedo volver con ustedes? -preguntó divertido.

-Sí...-Gruñí y rodé los ojos.

Él volvió a reír y abrió la puerta.

(...)

Llevábamos alrededor de 30 minutos atrapados en el horrible tráfico y comenzaba a estresarme.

-¡Ahg!, esto es terrible. -me quejé para después desplomarme en el asiento.

-Es aún más terrible escuchar a Alonso hablar de ti y de lo bien que cantas siempre. -mumuró Diego, supongo que sólo para él, pero aún así escuché perfectamente a pesar del bombardeo de claxon's que se escuchaban a nuestro alrededor.

-¿Qué?...-mumuré también, incorporándome en el asiento y girando mi rostro hacia él, mirándolo curiosa.

-¡Nada! Olvídalo- dijo nervioso para después girarse completamente sobre el asiento en mi dirección contraria, pegando su frente contra la ventanilla, ignorándome por completo.

Fruncí el entrecejo volviendo a mirar al frente, percatándome de que autos volvían a ponerse en marcha, arranque el mío también con mil dudas rondando mi cabeza.
¿Alonso habla sobre mí?, ¿cómo es que sabe que canto?, ¿cuándo es que me escuchó?

(...)

Al entrar a nuestra calle, me detuve frente a la casa de los Villalpando, Braulio se había quedado dormido en el camino, así qué Diego lo bajó en brazos, lo ayudé abriendo la puerta de su casa y la de la habitación de Braulio, después de que Diego lo acomodó en su cama, lo miré acusatoriamente.

-¿Me explicarás ahora? -pregunté cuando él ya se encontraba frente a mí.

-_____, deberías olvidar eso. Se me salió, no debí decirlo.

-¿Porqué no? -interrogué caminando junto a Diego hacia la puerta, nos detuvimos en la sala.

-Por que no soy el indicado para hacerlo.

-¿Y quién sí lo es?

-_____... Eres muy curiosa, ¿te lo han dicho ya? -rió un poco colocando su enorme mano sobre mi cabeza moviéndola levemente para todas la direcciones.

-No me dirás nada, ¿cierto?-dije resignándome.

-No. -negó riendo.

-Ahg, te odio. Me voy. -me giré hacia la puerta, pero antes de abrirla dos largos brazos me tomaron por la cintura, atrayéndome a él.

-¡No me hagas esto, _____! ¡yo te amo! -fingió llorar mientras me abrazaba fuente. ¡Este está loco!

-¡Déjame, loco! -fingí terror mientras me retorcía entre su brazos queriendo huir de ellos.

-¡Nunca te dejaré!, ¡tú y yo fuimos hechos para estar juntos! -me estrujó más entre sus brazos y yo sentía que me dejaba sin aire.

Iba a contestarle algo pero me interrumpió el sonido de la puerta abriéndose.

-¡¿QUÉ HACES, DIEGO?! -Gritó una voz ya demasiado conocida para mí, reclamando atención y una explicación.
Era Alonso, venía junto a Adael quién nos miraba divertido, atrás de él estaba Alan, Iván y Karen, quienes nos miraban raro.

-Oh, oh... ____, mi amor, mi hermano nos descubrió, ¡huyamos! -me cargó y salió corriendo escaleras arriba y después a varias direcciones que no pude ver, se movía demasiado.

-¡DIEGO! -Alonso seguía gritando detrás de nosotros pero su voz fue amortiguada después de que Diego cerrara la puerta de lo que creo, es su habitación.

-Ahora sí, ¿en qué estábamos? -preguntó coqueto, moviendo rápidamente sus cejas, arriba y abajo.

-En que me explicabas lo que dijiste en el coche. -dije mirándolo mal, colocando mis manos en forma de puño a los costados de mi cadera.

Se escuchaban fuertes murmuros del otro lado de la puerta, para que segundos después, fuera abierta.

El idiota de Diego no le había pasado el seguro...

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No me odien shavas. :v Tengo mis razones para actualizar hasta hoy.
Hace un mes(? Que entré a la Preparatoria y es un verdadero caos, me dejan muchísima tarea, estoy odiando Química, el maestro es chido pero la materia es muy Ahg... La materia que más amo hasta ahora es "Taller de Lectura y Redacción", es como español, pero más genial *-* ¡La maestra es un amor! :3♥

Bueno, eso... Y hace poco falleció una prima hermana, un año menor que yo, ella era MUY cercana a , era como mi mejor amiga y el tipo de hermana que siempre desee tener, tenía Leucemia.

Y bueh... Espero poder actualizar más pronto, éste capitulo es un asco y lo siento, pero no quería dejarlas sin capítulo más tiempo, saben que las quiero

¡Nos leemos luego! Bye.

G.♥




La Hermana de Bryan Mouque -CD9 & Tú -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora