1 "el despertar"

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hola

**primero que nada les quería agradecer por estar leyendo esta novela, espero les guste <3 y le quería dar créditos a @Sahoryvasquez por hacer mi portada la cual le quedo super¡ y ya a leer se dijo


Abrí los ojos, y lo primero que mis sentidos reconocieron fue el olor a tierra mojada, humedad.

Me puse en pie y instantáneamente cai, mi rostro fue directo al suelo. Tierra, rocas, humedad; una cueva. Lo supe.

Arrastrándome a causa de la debilidad di con una pared rocosa, tenía que encontrar una salida, tenía que salir de aquel sitio. Continúe como pude, arrastrándome, palpando cada centímetro de pared. Intentando encontrar cualquier indicio de una salida

¡Bingo! Di con una pared que cedió un poco. Intentaba aunque con mucha dificultad empujar la pared. Al fin conseguí que cediera un poco y un potente rayo de luz penetro en el lugar.

Como un gato que intenta repeler un balde de agua, di un salto hacia atrás refugiándome en la oscuridad a la vez que palpaba como loca todo mi pecho. Bien, mi lapislázuli se encontraba exactamente donde debía estar. Por la pequeña abertura penetro una brisa fresca, que trajo consigo un olor que provoco un ardor inigualable en mi garganta, quemaba, era como si desde algún lugar de mi garganta se originara un fuego. Sangre. Gemí de dolor y placer al mismo tiempo.

Nunca en todos mis años de vida había sentido una sed tan desgarradora. Enloquecí; salte hacia delante con la misma agresividad con la que hace unos segundos lo había hecho atrás. Con todas mis fuerzas comencé a golpear la pared, hasta que esta cedió. La luz me cegó, aguarde unos segundos aun recostada en la pared ya que el esfuerzo me había debilitado aun más.

Rápidamente me adapte, y como pude me incorpore y me aleje de la estructura de piedra. Cuando estuve lo suficientemente lejos para contemplar la estructura, reconocí de inmediato la iglesia, solo que ahora estaba en ruinas. Cubierta por helechos, matorrales y todo tipo de especies vegetales, no era la misma iglesia radiante, limpia y llena de estatuillas religiosas en la que todos los pueblerinos de Mystic Falls se reunían a orar. ¿Qué ocurría aquí? Estaba demasiado confundida y el olor a sangre fresca entrando por mis fosas nasales no era algo que precisamente me ayudara a aclarar mis pensamientos.

Me concentre y puse todos mis sentidos en busca de algún sonido, que me indicara que camino seguir para alimentarme. Pase mis manos por mi cabeza para apartar los mechones de cabellos que tenía en la cara y entonces lo note. Mis manos estaban totalmente... no, no eran blancas, eras más bien de un color gris ceniza y eran casi un esqueleto. Toque mi rostro y note que estaba igual.

Había estado tan ocupada en salir de la cueva... o de la iglesia, que no había notado lo que traía puesto. Mi figura ocupaba un vestido típico del renacimiento, de un verde  bastante pálido, con encajes de color igualmente verde pero mas oscuro en el corsé y en parte de la amplia falda que ocultaba las parte inferior de mi cuerpo; que habría lucido espectacular en mi esbelta figura de no ser por la mugre que lo cubría.

De vuelta en el juego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora