3 "historias"

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- ¿Qué? - dijo Elena, con los ojos abiertos como platos.

- Elena no es tan complicado... en vez de una... hay dos como tú. - dijo Damo.

- Damon, no necesitamos tu sarcasmo ahora. Por favor. - dijo Stefan.

- Ok, entonces... sentémonos y hablemos, para que todo se aclare de una vez.

- Por favor. - dije.

Nos dirigimos a una amplia sala con antiguos muebles que se encontraban frente a una chimenea. Nos sentamos.

- Ok, tu primero... ¿Dónde estabas? - dijo Stefan dirigiéndose a mí.

- No lo sé.

- ¡Oh! Eso aclara mucho. - dijo Damon, con una sonrisa torcida.

Lo fulmine con lo mirada.

- Déjame y me explico...

Le conté todo lo que ocurrió hace 500 años.

- ... Entonces me desperté en una cueva, cuando conseguí salir, me di cuenta que era la iglesia... y bueno estaba... disecada. - Elena crispo el rostro en una mueca de desagrado. - Como pude me las arregle y me alimente. - Esta vez lo hizo con algo de horror. - Ahora ustedes díganme.

Esta vez Damon hablo.

- Nosotros estábamos en casa, molestos por no haber ido al carnaval; cuando escuchamos a dos chicas de la servidumbre hablando de sobre ti y Katherine. Comentaban que era imposible que ustedes fueran vampiras y comentaban que las habían atrapado...

- Entonces, Damon y yo - dijo Stefan - fuimos en su búsqueda; pero solo encontramos a Katherine... le dimos sangre y ella nos dijo que tu habías muerto. Y mientras ayudábamos a Katherine a salir de la tumba, donde iban a quemar a los vampiros, nos dispararon. Katherine se apresuro y nos dio de su sangre, pero como estaba débil... tardo mucho y ya su sangre no podía curarnos... entonces morimos con su sangre en nuestro sistema y... bueno ya sabes - continuo Stefan. - Luego despertamos y Emily, nos explico todo, y Katherine nos hizo creer que había muerto.

- Luego de haber jugado con ambos, por supuesto. - dijo Damon.

- ¿A que te refieres? - pregunte.

- ¿No lo sabías? Tu hermanita se acostó con ambos, jugó con ambos, estando tu viva. Y luego nos hizo creer que había sido encerrada con todos los demás vampiros en la tumba. Los siguientes 400 años... estuve obsesionado con ella, y abrimos la tumba y ella no estaba. - explico Damon.

- Y hace algunas semanas... volvió a aparecer. Haciéndose pasar por Elena. Y convirtió a la mejor amiga de Elena en vampira, intento matarnos. Pero no pudo, y bueno...

- La encerramos en la tumba en donde debía haber estado desde hace muchos años. - finalizo Damon.

- ¿Por qué? - pregunte, dolida.

- Porque tu hermana es una maldita per...

No lo deje terminar. Me abalance sobre Damon y lo lance en el suelo; tome un hierro que se encontraba en el fuego y con el atravesé su pierna.

Damon comenzó a gritar mientras se sujetaba la pierna, en el instante que Stefan se abalanzo sobre mí y me sujeto fuertemente.

- ¡Basta, Lexa! ¡Basta!

- ¡Nunca más vuelvas a llamar a mi hermana maldita perra en mi presencia! ¡O lo lamentaras! ¡Lo juro! -grite, tratando de zafarme de Stefan.

Elena se encontraba en el sofá, con los ojos como platos y la boca abierta.

Damon se puso de pie y arremetió contra mí.

- ¡Te voy matar! ¡Te voy a matar! - grito a centímetros de mi rostro mientras me sujetaba del cuello.

- ¡Hazlo! ¡Veamos si puedes! ¡Hazlo! ¡Mátame! - le grite.

Mis ojos y los de Damon se encontraron unos segundos y algo en su rostro cambio, luego me soltó y se sentó de nuevo en la silla.

- Como dije...  - deje la frase sin termina mientras me sentaba en la silla que se encontraba frente a Damon y me inclinaba hacia adelante.

- No te mato solamente porque Elena no merece verlo. Sino... - dijo mientras deslizaba su pulgar por su cuello.

- Seguro... - dije sin darle importancia.

- Stefan, ¿Por qué nunca me hablaste de ella? Me hablaste de Lexi, de Emily, Katherine, todo. Pero no de ella. - dijo Elena mientras se ponía de pie y avanzaba hacia Stefan.

- Yo solo pensé, que con una igual a ti... te bastaría.

- ¿Cómo está Lexi? - dije sonriendo. En el pasado Stefan, Lexi y yo habíamos sido mejores amigos... ella era como otra hermana para mí.

- Yo... - comenzó a decir Damon pero Stefan lo interrumpió.

- No, no, no, no. Damon, por favor no. - dijo Stefan colocándose frente a mí.

- Yo la mate. - soltó Damon, dejando ver sus dientes en una sonrisa torcida.

De vuelta en el juego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora