Nos vamos de viaje.

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Narra Paulina.

BIP...BIP...BIP

-Uggh. Me quejé.

Sonó mi despertador, son las 6:00 de la mañana. Me quité todas las sabanas de encima, y me senté sobre la cama. Restregué mis ojos y los abrí bien. Por fin es viernes! Me dirigí al baño y encendí la ducha, dejé correr el agua un rato para que se calentara, mientras tanto elegí mi ropa. En mi colegio no hay uniforme, en cierta forma es bueno pero es desesperante tener que elegir cada mañana que me voy a poner. Decidí ponerme lo más simple que encontrara, una t-shirt negra con el logo de Nike al centro. Unos jeans azules muy ajustados, y mis Adidas Superstar. Salía humo por la puerta, entré a la ducha. Al salir me vestí, me maquillé y bajé a desayunar.

-Buenos días! dijo Emiliano, mi hermano.
-Cómo amaneciste? Preguntó María, la nana.
-Bien, y que tal ustedes? Dije con una sonrisa mientras me sentaba en la mesa.

María estaba sirviéndonos el desayuno y Emiliano comía su cereal como un salvaje.

-De maravilla, gracias. Dijo por fin ella.
-Súper, extra bien hermana. Dijo el con la boca llena de leche y una inmensa sonrisa.

Comimos algo rápido, ya íbamos tarde. Me levanté, agarré a Emiliano por el brazo y nos despedimos de María. Ambos acogimos nuestras mochilas que estaban al lado de la puerta y nos fuimos. Caminamos juntos hasta llegar a la escuela. El pasó por la puerta para primaria y yo seguí mi camino. Entré justo cuando sonó la campana.

-Ya estás aquí! Me gritó Cristina, una de mis mejores amigas.
-Creímos que tú tampoco vendrías. Aclaró Teresa, otra amiga.
-Melissa y Estefanía no vienen hoy. Retomó Cristina.
-Oye, vamos a ir de compras hoy, te nos unes? Dijo Vanessa, mi mejor amiga desde siempre.

(Somos un grupo de seis amigas, Cristina, Teresa, Melissa, Estefanía, Vanessa y yo)

Se oyó un gran ruido a la entrada de la clase, la puerta había sido azotada, el maestro llegó.

-Estoy muy decepcionado,  a todos les fue mal en...

No oí que más dijo, recibí una nota "vas?" Voltee a ver a Vanessa quien me sonreía desde su mesa y asentí. El resto de la hora fue eterna, hice dibujos todo el rato. Hasta que por fin pudimos salir. Fuimos a la cafetería y me compre un sándwich. Nos sentamos y empezamos a platicar. Una mano se posó en mi hombro. Sentí un beso en la mejilla. "hola hermosa" era la voz de Martin, levanté la cabeza hacia él y lo vi, nos besamos y se fue.

Volvimos a entrar a clase, después de mil años por fin acabó y salimos. Fuimos las cuatro en el auto de Teresa. Llamé María para avisarle que no llegaría hasta muy tarde. Y ellas oyeron.

-Tienes planes para después? Me preguntó Cristina.
-Voy con Martín a conocer su nuevo apartamento. Respondí viendo por la ventana.
-Solo a eso? Me dijo Vanessa en tono de broma y cara de pervertida. Sonreí mientras le di un golpe y dije "nunca se sabe". Todas reímos.

Llegamos al centro comercial, caminamos por los pasillos entramos a tiendas compramos cosas, comimos, tomamos fotos. Estábamos en una tienda viendo vestidos para la fiesta de fin de año escolar que ya se acercaba y mi teléfono empezó a sonar, vi la pantalla, era un teléfono de aquí, pero no lo tenía registrado.

-Hola?
-Hola Paulina! Reconocí la voz, era la de mi padre.
-Papá, cómo estás?
-Bien, bien. Oye estoy en Colombia, pensaba en juntarme contigo.
-Vale, pero hoy no puedo.
-Ok, oye solo te quería hablar del viaje.
-Cuál viaje?
-No te lo había dicho, que tonto. Nos vamos de viaje. Vas a conocer a tu abuelo a España. Desayunamos juntos mañana?
-Sí, pero...
-Te amo, adiós.

Me cortó.

Un amor ahogado en llantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora