Más que un beso.

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Narra Paulina.

Seguimos comprando, entrábamos a cada tienda que encontrábamos y salíamos con muchísimas bolsas de ellas. Recibí un mensaje "vienes?" Martin me lo había mandado, vi la hora ya eran las 7:00, había quedado con él a las 6:30. Lo llamé...

-Amor perdón, perdí la noción del tiempo, ya voy hacia allá.
-Me lo tendrá que recompensar.

Le colgué. Me despedí de las chicas y salí del centro comercial con mis mil y unas bolsas, paré un taxi y le di la dirección. Había un poco de tránsito, pero llegamos bastante rápido, le pagué al taxista y me bajé, quede frente al lujoso edificio, entré por la puerta principal y subí al ascensor.

TOC...TOC...TOC

-Llegaste!
-Llegué!
-Pasa, pasa

Entré y dejé mis cosas y mis zapatos al lado de una planta, no sé si era de verdad o plástico pero era muy bonita. Todos los muebles eran súper lindos y muy finos. Me senté en el sofá y sirvió dos copas de vino.

-Qué te compraste? Preguntó.
-Uff infinidad de cosas. Respondí.

Hubo un largo momento de silencio.

-Hoy estuve pensando mucho en ti. Dijo por fin.
-Ah si? Cómo? Le pregunté yo, entre confundida y sexy.

Se levantó, dejó su copa en la mesa y se acercó a mí. "Tú sabes cómo" dijo entre suspiros, frente a mi boca. Me tomó del cuello y me besó, nuestras lenguas estaban en un constante juego, un baile, mientras sus manos me recorrían todo el cuerpo llegando a mi cintura. Me mordió el labio y me quitó la camisa. Me acostó en el sofá mientras tocaba mi seno. "Me encantas" me decía, nos seguíamos besando, le quité yo la camisa, dejando fuera sus músculos, los cuales lamí una y otra vez, paré, no me resistí, el besaba mi cuello dejándome sin fuerzas, me encantaba que hiciera eso. Me levantó y caminamos pegados, el me apretaba el trasero y yo le raspaba la espalda. Me empujó contra la pared mientras me quitaba la bragueta del pantalón, me apretaba más el trasero, empezó a mordisquearme la oreja. Volvió a llevarme esta vez a la recámara, me tiró a la cama, yo le quité el pantalón y lo jalé contra mi. Me quitó el sostén y con los dedos recorrió mi pecho, bordeó mis pezones, pasó en medio de las tetas, bajó al ombligo siguió a la cintura y bajó a mis "labios" me quitó la ropa interior y me metió dos dedos, quería excitarme, y lo había logrado, los metía y sacaba, lento, sentía mis fluidos vaginales salir y sus dedos se llenaban de ellos, se metió los dedos a la boca, metió la boca a mi coña, sentía su lengua pasar, una sensación inexplicable, subió y paró a la altura de mis pesones. Los besó, lamió todo al rededor, y daba pequeños mordiscos. Se bajó los calzoncillos, me la metió, dentro, fuera, dentro, fuera, primero muy lento, empezó a acelerar el ritmo y con el mis gemidos.

"Ahh, siiii, asiiiiii, aaayyyy"

Exhausto se acostó al lado mío, "te toca" me dijo sonriendo... Que le ocurría, era un tarado, igual que mi padre, todos los hombres eran unos tarados. Aún así lo hice. Bajé, agarré su pene entre mis mano y empecé a bajarlo y a subirlo, empezó a salir semen, era una fuente. Metí la boca, la metía la sacaba, de rápido a lento, fuerte, despacio, ,adentro, afuera. Me levanté y me acosté al lado suyo, agarré las sabanas y me di media vuelta.

-Querida no pareces muy animada. Pasó algo?
-Mi papá llamó, me dijo que iríamos a España a conocer a mi Buelo, no quiero ir, no lo quiero conocer.
-No vayas.
-Y que se supone que les diga?
-Diles que tu amiguito Martin necesita ayuda. Allí abajo. Es más ,olvídate de eso ahora y ve a ocuparte de mi pene.

Me levanté, me vestí y empecé a salir, él estaba confundido, como podía no entender que era un idiota al decir eso. Me fui a casa.

Un amor ahogado en llantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora