Origin Of Humanity

Capítulo II

Un instinto de exploración se desarrolló en Alba y comenzó a pasear por los caminos tratando de encontrar algo, aunque ni siquiera ella sabía que quería encontrar.

A mediados de julio, Alba se encontraba en medio de un camino que nunca antes había explorado. La Tierra, sin la presencia de los humanos, se había transformado. Llovía menos y el aire estaba mucho más limpio, sobretodo en los pueblos.

Alba se puso los auriculares para escuchar música y comenzó a andar rumbo a lo desconocido. Mientras avanzaba, inmersa en las canciones, se encontró frente a un agujero bastante profundo. Alumbró el hoyo con la linterna que tenía en la mochila, pero aún así no se veía el fondo. El viento tiró de la ropa e hizo que la tela hiciera ruido. Entonces hubo un pequeño terremoto y Alba, habiendo perdido el equilibrio, se cayó al agujero. El viento aulló en los oídos de la chico conforme el suelo se acercaba, creciendo y expandiéndose, o conforme ella se acercaba al suelo, con el corazón muy acelerado, tanto que hasta le dolía, con todos los músculos del cuerpo tensos mientras la sensación de caer le tiraba del estómago. El agujero la rodeaba y caía en la oscuridad.

Se golpeó contra algo duro que cedió debajo de Alba y la recogió. El impacto la dejó sin aliento. Se trataba de una red. Había una red en el fondo del agujero. Miró hacia arriba, hacia el agujero y comenzó a reírse. Quizá fue en parte aliviada de haber sobrevivido pero por otra estaba histérica ya que no sabía cómo volvería a subir a la superficie. Le temblaba todo el cuerpo y se cubrió la cara con las manos.

De repente vio unas manos que se acercaban al borde de la red. Alba rodó y se habría caído al suelo si él no la hubiera sujetado. Tenía unos labios bastante carnosos, sus ojos eran castaños, los cuales estaban rodeados por dos grandes cejas.

Sus manos se aferraban a las de Alba. Un sentimiento de alegría y a la vez de desconcierto se desató en la chica. No estaba sola pero...¿Aquel chico era de fiar?